Una mujer domiciliada en la zona rural de Corzuela fue mordida por una serpiente y producto del hecho falleció de un infarto debido al susto que tuvo.
Este singular episodio sucedió cerca de las 5:30 cuando esta señora de 56 años de nombre Josefina Ferreyra falleció debido a un infarto producto del susto que se llevó después de ser mordida por una víbora de la especie yarará.
El hecho se dio en el domicilio de la víctima, quien se había levantado muy temprano para dirigirse al baño que se encuentra a varios metros de su casa, según señala el portal Corzuela en la web. En el trayecto aparentemente pisó una ofidia que la mordió a la altura de su tobillo. Desesperada la mujer retornó a su casa y le comentó la situación al marido y éste solicitó la intervención del personal del hospital local. Tras el hecho Josefina fue trasladada al centro de salud en donde ingresó sin vida. Según pudo establecer el médico de guardia Luis Sosa la mujer habría sufrido un paro cardiorrespiratorio y que pudo producirse por el susto tras ser protagonista del episodio.
NO FUE POR EL VENENO Una muerte por el veneno de una yarará sobreviene entre las 6 y 12 horas posteriores a la mordedura, siempre dependiendo de la profundidad de la herida. Hay dolor en el lugar de la picada, que aumenta progresivamente. La mordedura deja la marca de los dos orificios que corresponden a los colmillos o grandes dientes inoculadores. En casos más graves puede ocurrir que descienda la presión sanguínea y la circulación, quedando el individuo muy pálido, con la piel fría y sudorosa y con riesgo para su vida.