Brindaron asistencia humanitaria a 198 pobladores de El Impenetrable chaqueño
Enashu, que es un grupo de asistencia sanitaria y humanitaria, asistió a 198 pobladores de El Impenetrable chaqueño en Semana Santa. El contingente estuvo integrado por voluntarios que viven en Paraná, Córdoba, Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y Resistencia. Trabajaron bajo la coordinación del director del grupo, José Boggiano. Contaron con tres camionetas, cuyos dueños son de Resistencia y una de Paraná. Cada voluntario costeó sus gastos.
Los dueños de los automotores pagaron el combustible y asumieron los costos de lo que tuvieron que gastar para reparar uno de los vehículos que se averió por el pésimo estado de los caminos, que prácticamente estaban intransitables por el barro provocado por las lluvias.
Sin embargo y a pesar de las adversidades climáticas y el estado intransitable de las picadas, el contingente humanitario logró brindar asistencia sanitaria a pobladores de El Impenetrable profundo, que están muy abandonados. Demostraron que se puede brindar atención a los que más necesitan. Al mismo tiempo, pusieron en evidencia el pésimo funcionamiento del sistema de salud pública porque el gobierno adeuda a la población un servicio esencial que obligatoriamente debe brindar en calidad y cantidad aceptable.
Se puede
La asistencia sanitaria se brindó en Fortín Belgrano, punto tripartito entre Chaco, Salta y Formosa, y el paraje Tartagal. Tomaron como base de operaciones el casco urbano de Sauzalito, cuyo intendente facilitó alojamiento para el contingente humanitario. De allí salieron a las 7 de la mañana y llegaron a las 12.30 horas a Fortín Belgrano, distante a 110 kilómetros. A la noche finalizaron el primer día de asistencia. Estuvieron de regreso a Sauzalito a la una de la madrugada El segundo día se atendió en el paraje Tartagal, ubicado a 70 kilómetros de Sauzalito. Trabajaron con un esquema parecido al que programaron para la atención en Fortín Belgrano, aunque las dificultades fueron mayores porque empeoraron las condiciones de intransitabilidad de las picadas por la lluvia que se produjo el viernes a la noche.
Una noticia buena y varias malas y preocupantes
Los voluntarios no encontraron casos sospechosos de Dengue o Zika en los dos lugares donde brindaron atención, a diferencia de lo que sucede en Sauzalito. Sin embargo, notaron el funcionamiento de una precaria y preocupante situación sanitaria en la zona. Destacaron que, según testimonios que escucharon, la última atención médica que recibieron los pobladores fue hace más de cinco años.
Enashu pudo brindar asistencia sanitaria con muchas dificultades como consecuencia del pésimo estado de los caminos producto de las intensas lluvias. Se enfrentaron con mucho barro y mal tiempo. Detectaron muchos casos de mal nutrición en niños y adultos, un altísimo índice de tuberculosis y Mal de Chagas. También encontraron el caso de una niña con Chagas congénito más tuberculosis, que fue informado al Director del Hospital de Sauzalito.
Además, atendieron a pacientes con crisis hipertensivas, hiperglucemias severas e hipoglucemias por falta de ingesta. Se entregaron equipos para la medición de glucemia a los agentes sanitarios. Dejaron una importante cantidad de medicamentos en donación “al precario y mal trecho Hospital de Sauzalito”.
Lo que siguió a la asistencia humanitaria
La asistencia humanitaria finalizó la noche del pasado sábado 15 de este mes. Luego siguió la odisea de viajar por El Impenetrable. A media mañana del domingo 16 comenzaron el regreso desde Sauzalito. Llegaron a J.J. Castelli a la madrugada del domingo, o sea que tardaron 16 horas para recorrer 230 kilómetros. El camino estaba prácticamente intransitable por el barro que provocó la lluvia. Casi volcaron dos veces y llegaron a J.J. Castelli con una camioneta a remolque. Cuando llegaron a Resistencia perdieron los colectivos en los que debían viajar para regresar a las ciudades donde residen