Argumentar los beneficios del deporte y las actividades físicas parecieran ya no ser necesarias, pero existen contextos donde el argumento normal se pierde en el valor extraordinario que toma para el desenvolvimiento humano en grupos socialmente postergados o con sus derechos pocos ejercidos
El deporte y las actividades físicas para personas con discapacidad, grupos sociales de escasos recursos económicos y el deporte femenino son ejemplos de espacios donde urgen decisiones equitativas.
La visibilidad o notoriedad que a esfuerzo de referentes se han logrado no son suficientes para la amplitud de necesidades. Un claro ejemplo es el deporte adaptado o para personas con discapacidad que en su totalidad no alcanza a ser practicado por el 1% de este sector o el apenas 10% espacios deportivos con accesibilidad inclusiva.
Desde la Fundación Deportiva Social Chaco (Desocha) se busca e intenta utilizar al deporte y a la actividad física tanto en la salud, como en lo social y lo económico como un salvataje social teniendo en cuenta las herramientas que el mismo brinda a la sociedad.
Para ellos se necesitaría trabajar sobre consensos transversales de los establecimientos públicos, los privados y los públicos-privados.
Ejemplo: la modificación de la ley de sponsorización con un cupo fijo para el deporte adaptado, el deporte social para amenores y la infraestructura deportiva. Que son la prioridad en la ley pero no se refleja en la realidad. Transporte urbano con accesibilidad libre, infraestructura seguras en los barrios de escasos recursos, aumentar las horas de educación física en las escuelas, profesores de educación física en todos los clubes trabajando junto a los técnicos deportivos, mayor capacitación a los idóneos que trabajan en los barrios, control médico gratuito en todos los clubes, albergues, etc.
El Estado debe actuar con equidad, esto quiere decir diseñar políticas deportivas que no significan excluir a un sector sino establecer prioridad que se traslade a la cantidad de recursos que se aplican a determinados sectores o áreas. No puedo invertir en jugar una liga con profesionales si no tienen baños o no pueden pagar a los entrenadores de las inferiores.
La coherencia no solo es para el Estado, si no también debe ser para los privados. Hay que establecer bases sólidas en las escuelas, en el barrio y los clubes (en ese orden) mejorando la base piramidal del deporte y las actividades físicas o deportivas.
Por las acciones que venimos haciendo con la Fundación Desocha seguiremos buscando espacios para el inicio y desarrollo deportivo-humano de personas con discapacidad, como también de actividades terapéuticas siempre gratuitas. Contar con un albergue deportivo, social y/o cultural propio para los deportistas el cuál no existe hoy en día a la hora de realizar eventos deportivos que alojen a la cantidad de atletas que concurren al mismo.
Vivimos momentos sociales muy complejos donde el deporte y la actividad física tienen que ser un bien de salud pública y social no un camino a creación de “futuros campeones”, tiene y debe funcionar como una herramienta de desarrollo humano, como un verdadero salvavidas.