Con un cabezazo de Melgarejo tras una gran jugada colectiva, el equipo de Beccacece venció a Boca en la ida en el Cilindro e irá con ventaja a la revancha en la Bombonera: 1-0 arriba y sin haber recibido goles en condición de local.
Racing lo ganó a lo Racing. Con paciencia, con dedicación, con esa jugada made in Beccacece, con ese golazo de nueve toques. Y lo ganó, sobre todas las cosas, bien. Con personalidad, con decisión, con espíritu copero. Así como le jugó a Flamengo, le jugó a Boca. Así como eliminó al campeón, dejó a otro candidato contra las cuerdas. Porque va a la Bombonera con este 1-0 que vale más que el resultado nominal. Vale medio pasaje, vale no haber recibido el gol de visitante, vale la ilusión de sentir que la semifinal está ahí, más cerca que nunca.
Si Racing lo ganó a lo Racing fue claramente por esa jugada que construyó para el 1-0. La movió de derecha a izquierda, con esa insistencia que por momentos fue anunciada, repetitiva, pero que a la vez fue letal. Letal para Boca. Letal para su racha de visitante (la primera derrota del ciclo Russo en esa condición). Y letal para el partido, porque a partir de ahí, su rival sintió el golpe y le costó reaccionar. Le pesó tener que ir a buscar. Y casi ya no tuvo posibilidades de empatarlo. Las que sí había tenido en el primer tiempo.