El hombre llamado Pedro Fernández oficiaba de locutor y pastor evangélico fue condenado por el Tribunal Oral Penal Nº1 de la ciudad de Oberá, a 17 años de prisión efectiva, además sus datos, huellas digitales y fotografía permanecerán durante su condena en la lista de violadores. El depravado decía que su hija era su “novia”. Filmó un acto sexual en una oportunidad, la joven contó que cuando salía de bañarse su propio padre la sometía sexualmente sin su consentimiento.