La inseguridad en el Chaco en su peor momento: en lo que va del año, un asesinato cada seis días
La gestión provincial sufre las consecuencias de la falta de un plan que dé respuestas a la creciente demanda social de protección. La gestión del gobernador Leandro Zdero parece no haber arrancado en varios aspectos y, pese a que ya van seis meses al frente de la provincia, en otros la cosa va de mal en peor. Tal es el caso de la inseguridad en el Chaco: ni el Ministerio de Seguridad ni la Policía del Chaco pueden torcer una realidad para la que una serie de funcionarios no puede dar respuestas.
De acuerdo con un relevamiento estadístico solamente hecho en base a los casos que tomaron estado mediático, en lo que va del año la provincia hubo 29 asesinatos o crímenes violentos. Es decir que si se toma en cuenta que entre el 1 de enero y el 15 de junio de 2024 pasaron 161 días en el Chaco hay un homicidio cada seis días. Tres cada quince días. Cinco por mes.
Mientras tanto el ministro de Seguridad, Hugo Matkovich, y el jefe de Policía, Fernando Romero, encabezan equipos de trabajo con poco para mostrar, y problemas para aportar ideas para frenar la creciente inseguridad. Porque más allá de los casos de amplia repercusión en los medios, que los hay y con mayor llegada incluso a los canales de TV y portales nacionales, también los robos, las entraderas, la violencia callejera y los arrebatos día a día incrementan las estadísticas.
Por ejemplo, mientras el sábado 8 de junio el jefe de Policía agasajaba a algunos periodistas por su día en el polígono de tiro de Colonia Benítez, a unos kilómetros de allí yacía el cuerpo de Juan Lazarte, un remisero de Resistencia que estaba desaparecido desde el jueves y que fue hallado muerto -este lunes- con golpes en la cabeza y en avanzado estado de descomposición.
La gestión de Zdero es blanco de viejas y nuevas demandas ciudadanas en materia de seguridad. Por un lado Matkovich volvió a la función pública con el manual del rozismo, es decir, con ideas que fracasaron hace 30 años; pero, por otro, se rodeó de funcionarios que viven en la burbuja de las redes sociales y creen que calman las urgencias y el enojo de la gente con videitos en redes sociales en reuniones estériles que solo sirven para que sus editores de contenido se luzcan tratando de maquillar la realidad.
Otro problema que queda cada vez más en evidencia es la falta de coordinación con el Poder Judicial. Esto sale a la luz con cada caso de inseguridad en el que interviene la Justicia: mientras un fiscal declara una cosa ante los medios, el jefe de Policía o el ministro Matkovich dicen otra. O se desautorizan mutuamente. O se pisan.
29 muertes violentas en menos de seis meses en el Chaco
Las 29 muertes violentas ocurridas en la provincia en lo que va del año muestran un preocupante crecimiento de la inseguridad. De ese total de casos, una docena son homicidios, algunos en ocasión de robo; siete fueron femicidios; y el resto -once- continúan bajo investigación.
En cuanto al asesinato del remisero por el momento solamente hay algunos indicios y críticas desde el entorno de la víctima por las demoras en las diligencias policiales.
A este caso irresuelto se suma el de la joven Romina Karban, ultimada el 9 de mayo en una colonia cercana a Sáenz Peña. También en la lista aparece la muerte de un peón y casero rural cuyo cuerpo apareció desmembrado a inicios de junio a pocos metros de su vivienda en un campo en La Escondida.
A dos semanas del hecho, la Policía no sabe nada al respecto, lo mismo que en cuanto al pescador Walter Acuña, un hombre que hallaron muerto con el cráneo reventado en una canoa en un club náutico que da al río Paraná. En el recuento se incluye a Carla Retamozo, la docente de 30 años que murió al atropellar con su moto un poste de luz en avenida 25 de Mayo cuando perseguía a un ladrón que instantes antes le había robado su celular.
Hay más: el 16 de marzo en Pompeya apareció muerto un joven de 30 años en un camino vecinal y los avances investigativos son nulos hasta el momento. Se suma el caso de un muchacho que protagonizó una toma de rehenes en un centro de salud de la zona Sur de Resistencia y días después fue hallado muerto en circunstancias poco claras.
Otro hecho llamativo es el de un niño de 10 años que llegó muerto al hospital Pediátrico y del que se tiene escasa información. Completa este escenario la muerte de una joven de 24 años identificada como Zoé Sandoval que, producto de una supuesta sobredosis, murió tras un encuentro con dos chicos que serían sus amigos y la dejaron casi que tirada en la guardia del Perrando y se fueron.
Femicidios, un flagelo que desangra a la provincia
El Chaco tiene otro triste récord: es la provincia con más mujeres muertas a manos de la violencia machista en lo que va del año. Desde enero a la fecha ya son siete los femicidios. Más de uno por mes.
La falta de respuestas y de acción por parte de las áreas competentes del gobierno de Zdero es preocupante: la subsecretaria de Género, Sonia Valenzuela, oficia de comentarista de la realidad en los medios que la entrevistan, pero no aporta soluciones y parece sobrepasada por los hechos.
La lista negra de femicidios en el Chaco se compone de las siguientes víctimas: Johana González, la mujer de 31 años asesinada en su casa por Mario Rafael Barrientos, quien desmembró el cuerpo y arrojó los restos a la laguna Seitor de Resistencia; Mirta Irazábal, de 51 años, encontrada muerta y con una goma de bicicleta enrollada en su cuello en una casa modesta ubicada en Quinta Landeca, en Tres Isletas; Jenifer Obregón, una adolescente de 15 años que recibió un disparo en la cabeza por parte de su pareja Rodrigo René Ríos de 20 años, que luego de matarla se disparó en la cabeza.
Gabriela Alarcón, agente de policía de Presidencia de la Plaza, asesinada de un disparo por su novio, también uniformado y que luego se quitó la vida; Ruth Cevilán, de 35 años, ultimada a martillazos Pampa del Infierno, encontrada por su hijo de 14 que había salido a buscarla porque no tenía respuestas de la comisaría local; Romina Pacheco, quien fue asesinada por su ex delante de sus dos hijos en Castelli; y la docente Erica Torres, muerta a puñaladas por un hombre llamado Juan Marcelo Cáceres quien la subió a su camioneta cuando la mujer hacía dedo para poder trasladarse hasta Charata, dónde trabajaba como bibliotecaria.
Una docena de homicidios
En cuanto a los homicidios se llevan registrados 12 casos en la provincia, a razón de poco más de dos por mes. Enero fue particularmente violento: el 6 de ese mes fue ultimado Julio César Vallejos, un joven de 25 años al que mataron en villa Río Negro (Resistencia) durante una riña. Días más tarde, en Barranqueras, delincuentes que habían ingresado a robar a un taller mecánico mataron de un tiro al dueño.
Febrero siguió con la misma tónica: el 11, en cercanías al barrio La Isla de la capital provincial un trapito asesinó a otro tras una discusión mientras consumían drogas; el 24 hubo dos crímenes (uno de Pampa del Indio y otro en Resistencia); y el 27 fue hallado muerto un productor de Charata de nombre Víctor Hugo Euristeo.
En marzo se registró el caso del hombre asesinado de un disparo mientras participaba de un cumpleaños de 15 en el barrio Malvinas de Barranqueras; el crimen de un joven -en ocasión de riña- en Pampa del Indio; y el asesinato de Evaristo Cárdenas en el barrio Mapic de Resistencia.
En abril tuvo lugar el caso de un ciudadano chino que ultimó a un compatriota suyo tras una pelea en un supermercado de Campo Largo, hecho que se tornó macabro porque el asesino desmembró parte del cuerpo de la víctima y lo metió en un tambor de aceite.
Completan el trágico listado los casos del sereno ultimado el 2 de junio en Machagai por otro hombre con el que había tenido un altercado horas antes; y el ingeniero Alfredo Faitini, quien apareció muerto el sábado 8 de junio amordazado en su casa del Don Santiago, en la zona norte de Resistencia.