Leandro Santoro: “Milei no vino nunca al Chaco y eso es algo que dice mucho” - EsChaco.com - Resistencia

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Domingo, 30 de junio de 2024

Leandro Santoro: “Milei no vino nunca al Chaco y eso es algo que dice mucho”

De paso por Resistencia, el diputado nacional de Unión por la Patria dejó un análisis profundo sobre la actualidad del país. Habló sobre la realidad social, la Argentina que se viene con la Ley Bases y la posibilidad de un cambio político. “Milei le dio mucho poder político al poder económico y la economía regula nuestras vidas”, afirmó. También habló de la provincia y qué piensa del gobernador Zdero. “Hay una mirada muy individualista de que las personas se arreglan solas y yo creo en el Estado porque creo en la comunidad, en lo colectivo, lo gregario, la familia, los amigos y los pueblos”, aseguró.

-¿Qué trae a Leandro Santoro a Resistencia?
-Me traen amigos, vengo sin ningún tipo de especulación electoral, simplemente a discutir un poco de política.

-Llegas a una provincia en la que el año pasado hubo un cimbronazo político que puso, 16 años después, a Leandro Zdero, un radical, como gobernador, un radical como vos pero con el que no tenés previsto reunirte.
-No lo conozco. Si lo hubiese conocido en mi época de militante radical como me pasa por ejemplo con Maxi Pullaro (gobernador de Santa Fe) con quien tengo incluso una relación personal, por supuesto que iría. No lo conozco a Zdero y no tengo ningún tipo de de referencia, ni positiva ni negativa, así que vamos a darle tiempo.

-¿Y cómo se explica eso?
-¿Cómo se explica qué?

-Claro, que dos referentes radicales no se conozcan o no tengan relación política…
-Yo hace más de diez años me fui del radicalismo. Sé que tengo un estilo de hablar que a mucha gente le hace sentir cómoda porque hablo como un radical tradicional. Pero lo cierto es que nosotros hace más de diez años tenemos posiciones muy diferentes. No acompañamos el acuerdo de la UCR con (Mauricio) Macri y siempre fuimos muy críticos del corrimiento del radicalismo hacia la centroderecha, de la línea ideológica del radicalismo, algo que se acentúo mucho después de la muerte de (Raúl) Alfonsín. Lo que quiero decir es que tengo más relación con Coqui (Capitanich) o con grandes compañeros como (Aldo) Leiva o (Juan Manuel) Pedrini en la Cámara de Diputados. Ojalá el radicalismo a nivel nacional revea la decisión que tomó, todos mis compañeros, todos nosotros, creemos que se necesita un gobierno de unidad nacional en el que estén todos los partidos populares para enfrentar a esta derecha extrema.

-Lo mencionaste a Capitanich. ¿Qué sabés de Coqui?.
-La última vez que lo ví fue cuando vine al Chaco cuando él era gobernador y me recibió y charlamos. No tengo ni su teléfono, no hablo hace mucho con él.

-A siete meses de haber asumido Javier Milei y tras la reciente sanción de la Ley Bases, ¿dónde está parada la Argentina?.
-Estamos en una situación muy delicada, no soy muy optimista con la Ley Bases ni con este gobierno. Milei le dio mucho poder político al poder económico y en lugar de regular ese poder económico, es justamente ese poder económico el que regula nuestras vidas. Desregularon las prepagas, liberaron las tarifas de celulares y de internet, suben las naftas y los combustibles. Estas son las consecuencias de la desregulación de la economía: son las empresas las que regulan tu vida y la mía. Deciden cuánto plata vas a gastar en poder vivir y cuánta vas a poder ahorrar o dedicar a otras cosas. Para mí es muy importante que eso se subraye, porque creo en una sociedad con Estado y con mercado, no en una sociedad solamente con mercado. Creo en una economía con mercado y lo que estamos viendo acá es una sociedad de mercado en que las personas son funcionales a la economía cuando tiene que ser al revés: la economía tiene que ser funcional a las personas.

-Leandro, ¿qué creés que ocurrió con las millones de toneladas de alimentos que el gobierno de Milei se negó a repartir?.
-Insensibilidad, ni siquiera es que se trató de tener una mirada fiscalista. Yo podría entender que un gobierno de derecha no va a comprar alimentos, pero eso que no repartían ya estaba pagado por lo que esto es incluso peor

-Y la necesidad de que se repartan esos alimentos quedó en evidencia cuando después que se conoció que había toneladas y toneladas almacenadas, las provincias comenzaron a pedirlos.
-Pasó y pasa lo mismo con los medicamentos oncológicos o la compra de combustible y de gas licuado que el gobierno no hace. Días atrás un diputado muy importante, de primera línea del PRO, me hizo un comentario en relación a la falta de inversión pública nacional que puede complicar la hidrovía por la falta de dragado. Ellos (por el gobierno de Milei) imaginan que se puede apagar el Estado, pero las consecuencias de eso las vamos a empezar a ver en poco tiempo.

-Un politólogo asegura que cuando ganó Jair Bolsonaro en Brasil en 2018 con Lula da Silva proscripto, encontraban en las encuestas que mucha gente que lo votaría al candidato del PT si estuviese en carrera terminaron optando por el candidato de derecha porque su razonamiento era que si había Estado, querían un Estado eficiente y que los cuide, pero que si eso no pasaba pedían que les den las herramientas para cuidarse solos, por sí mismos. ¿Acá pasó lo mismo con Milei tras dos gobiernos, el de Macri y el de Alberto, que fueron fracasos políticos?.
-Hay un rechazo y un malestar en relación a cómo funcionan las cosas en nuestro país y el primer indicador de eso es la crisis de la moneda y la inflación, y después los servicios públicos. Coincido en ese diagnóstico, pero tengo una visión distinta acerca de cómo se resuelve. Tengo claro que hay un problema con el Estado. Creo que hay que reinventar el Estado, hacer un Estado eficaz, eficiente, sensible y solidario. No destruirlo y tampoco continuar con lo que estaba. Pero no destruirlo y esa es una diferencia conceptual muy fuerte porque habla de algo que para mí es central: la necesidad de valorar a la comunidad. Hay una mirada muy individualista que tiene el gobierno de que las personas se arreglan solas y yo creo en el Estado porque creo en la comunidad, creo en lo colectivo, lo gregario, creo en la familia, creo en los amigos y en los pueblos.

-Milei no cree en nada de eso, pero llegó a presidente, ¿Cómo lo hizo siendo que los argentinos somos tan distintos a eso que él proyecta o dice pensar?.
-Porque es una sociedad la nuestra, que es algo que en Occidente se está dando mucho, que ha despertado pasiones tristes. Resentimiento, ira y frustración. Esas pasiones tristes son difíciles de administrar y de procesar y a veces la derecha las utiliza para movilizar a la gente. ¿Había que hacer un cambio? Sí, pero hay dos formas de cambiar: una es construir y otra, destruir. Esa lógica de reseteemos el país, que se escuchaba mucho en Buenos Aires o de que explote todo, supongo que acá también.

-Acá en el Chaco pasó algo similar, pero muy asociado a la figura de Capitanich especialmente por lo que sucedió con el Caso Cecilia al punto que acá ganó Sergio Massa, por pocos miles de votos, pero se impuso a Milei a nivel provincial en el balotaje.
-Milei no vino nunca a esta provincia. Qué se yo, eso es algo que dice mucho.

-A nivel internacional muchos países están cerrando sus economías, priorizando el mercado interno. En Estados Unidos, Donald Trump se perfila para regresar a la Casa Blanca y ha dejado en claro que no es un globalista. Milei se referencia en esas grandes figuras de la derecha, pero por ahí más desde lo ideológico porque desde lo económico claramente no es igual a ellos.
-Milei no tiene mirada económica, tiene una mirada financiera. Vos podés tener diferencias políticas con China, pero si es tu principal socio comercial o es tu socio comprador, como Brasil, estás obligado a llevarte bien como hizo Macri. No quiero ponerlo a Macri de ejemplo, pero estamos tan mal que Milei, comparado con Macri, me hace a mí tener que resaltar cosas de su gobierno y que este actual no ha sabido aprovechar. La relación con China es estratégica para la Argentina. Por eso lo puedo analizar a Milei como globalista ni nacionalista, sino que estoy frente a un tipo que no sabe como se maneja el mundo.

-Por momentos el gobierno de Milei hace dudar si se trata todo de una joda o de cuestiones completamente calculadas…
-Hay que tener cuidado porque Milei te pone a tres minutos de convocar a un estado de excepción o de sitio y la política no puede tomarse tan libremente y en joda estas cosas. Si no pedimos explicaciones sobre las declaraciones que él hizo, o sobre el documento oficial que emitió, mañana te puede suspender las garantías constitucionales a través de un estado de excepción o de sitio. Ojo. Como dice el libro “Cómo mueren las democracias” (Steven Levitsky y Daniel Ziblatt, 2018, Editorial Ariel), que recomiendo, las democracias no mueren a mano de hombres armados sino que muchas veces empiezan a morir lentamente a través de procesos se dan de manera más o menos espontánea y anárquica que se inician con palabras que al principio parecen inofensivas por bizarras y ridículas, pero que después empiezan a encarnar. Uno de los autores del libro dice “guarda, porque volviendo al caso de (Alberto, ex presidente del Perú) Fujimori, estos gobiernos autócratas en general suelen ver a sus adversarios políticos como terroristas y los califican de terroristas”. Un delirio.

-Entonces, ¿cuál es la alternativa?.
-Venite hoy a las 17 a la Unne (risas).
N. de la R.: Lo dijo por la charla que dio en la UNNE y a la que concurrieron diferentes espacios políticos de Chaco y Corrientes.

-¿Qué creés que sucedió con el caso Loan,el niño de 5 años desaparecido hace más de quince días en Corrientes?
-No sé, hay que ser muy cuidadoso con ese caso. La política tiene que ser muy cuidadosa, yo no quiero partidizar. Solamente mandarle un abrazo a la familia, es lo único que creo que puedo y ponerme a disposición de ellos si hiciera falta.

-Desde hace muchos años venís hablando de cómo fue cambiando el sujeto político y social en la Argentina. Con el diario del lunes y los resultados puestos, ¿no fue un error haberle, desde el gobierno anterior, dado un excesivo protagonismo a ciertas minorías en desmedro de otros sectores a los que casi no se prestó atención?.
-Es cierto, lo subrayé mucho tiempo antes, hasta en la pandemia. Yo hablaba de cómo al peronismo le costaba abordar a un sujeto como los monotributistas, es decir, el laburante informal no encuadrado en los convenios colectivos de trabajo. Hoy tengo que decir que en todo el mundo ese trabajador informal es de derecha en general y tiene un discurso más individualista, más egoísta, es decir, más cercano a la derecha y a los valores de la derecha. Es alguien que tiene mucha bronca contra las estructuras de la modernización como los sindicatos o los partidos políticos, que son los que expresan al siglo 20 y que para este sector social son parte del problema. Aunque, como todo, es una media verdad.

-Y la Ley Bases potenció esa precarización laboral.
-Lo que hace es legitimar una situación de hecho como lo es en cuanto a la relación de dependencia que forma parte de la reforma laboral. Lo importante acá, para tener presente, es la comunidad. Vamos a usar una frase del peronismo, esa que dice que “Ningún hombre se realiza en una comunidad que no se realiza”. Yo creo firmemente en eso. Creo que el problema de este modelos del sálvese quien pueda es que al principio todo es euforia, pero después te terminás dando cuenta de que si pasa algo nadie te asiste y que la lógica de la hipercompetencia termina en una lógica de la crueldad. Mientras sos joven, tenés salud y guita en el bolsillo te importa tres carajos, pero después empezás a pensar en la jubilación y te das cuenta de la importancia de los aportes. O si te enfermás, pensás en el sistema salud y ni hablar si tenés hijos.