Una reforma electoral para eliminar las PASO, la nueva obsesión libertaria
El jefe de Gabinete mantendrá una reunión con los titulares de las bancadas del PRO y la UCR en Diputados para arrimarse al número necesario para aprobar un cambio de reglas para las elecciones del año que viene. El objetivo es empoderar a Karina Milei como la dueña de la lapicera de las listas del oficialismo y la derecha.
Por María Cafferata
Guillermo Francos tiene una nueva obsesión para esta segunda etapa del gobierno libertario: aprobar una reforma política que prepare el terreno para las elecciones de 2025. Como casi cualquier oficialismo desde las creación de las PASO, el jefe de Gabinete de Javier Milei quiere eliminar las primarias obligatorias. El argumento es económico, pero la razón es política: que quede claro que la única lapicera es la de Karina Milei. El Gobierno, sin embargo, no tiene el número para aprobar la iniciativa, por lo que este jueves Francos viajará al Congreso a intentar convencer a los aliados. Participarán todos los presidentes de bloque dialoguistas -como Rodrigo de Loredo (UCR), Cristian Ritondo (PRO), Miguel Ángel Pichetto y Juan Manuel López (CC) -, pero el escenario no es muy auspicioso. La mayoría está enojado con el gobierno - cada uno con sus motivos- y buscarán aprovechar para imponer sus propias agendas. Y Boleta Única Papel es una bandera que los une.
Para cualquier gobierno -no solo para aquellos que no cuentan con más de 38 diputados y 7 senadores propios-, introducir reformas en el sistema electoral resulta siempre un dolor de cabeza. Primero, porque se necesita una mayoría absoluta del Congreso, es decir un mínimo de 129 diputados y 37 senadores. Y, segundo, porque nunca se tiene mucho tiempo, dado solo se pueda cambiar las leyes electorales en años no electorales. El gobierno libertario, sin embargo, buscará ir igual por la eliminación de las PASO. A pesar de que ya había tenido que eliminar la propuesta del texto original de la Ley Bases por falta de consenso, a pesar de que solo faltan cinco meses para que termine el año, a pesar de que casi todos sus aliados le anticiparon que no acompañarán la iniciativa.
La oposición dialoguista, sin embargo, observa con descreimiento este ímpetu oficialista por ponerse a modificar las reglas de juego electorales. "Las PASO no han servido para nada, se implantaron solamente como un gasto más. En las últimas se gastaron 52 millones de dólares", viene planteando Guillermo Francos hace ya dos semanas, pero en la bancada que preside Miguel Ángel Pichetto (Hacemos Coalición Federal) desconfían. "No están los votos. No pudo Cristina, no pudo Macri, no pudo Alberto, ¿lo van a hacer estos tipos? No, vienen con la reforma electoral para tapar lo que está pasando con la economía", murmura un importante dirigente de HCF.
El principal problema del oficialismo es que, más allá de la desconfianza opositora respecto a sus verdaderas intenciones, la mayoría en la UCR y HCF no termina tampoco de decidirse a acompañar la idea de Francos de eliminar las PASO. Ni siquiera el PRO, el principal aliado del gobierno. El macrismo, en medio de su guerra con Karina Milei respecto al armado de las listas del año que viene, observa que el gobierno quiere eliminar las PASO para forzar la fusión del PRO con La Libertad Avanza. Una fusión que Patricia Bullrich estimula y que Mauricio Macri, en cambio, resiste con fiereza.
Con el objetivo de aplacar y seducir algunas de estas voluntades, Francos trabajó para coordinar un encuentro con todos los jefes de bloque dialoguistas. Originalmente se iba a llevar a cabo en Casa Rosada, pero Pichetto le envió el mensaje de que, si quería juntarse con ellos, la reunión tenía que llevarse a cabo en el Congreso. Y Francos aceptó jugar de visitante. El encuentro comenzará a las 16 y se realizará en el despacho de Martín Menem. Y todos las bancadas se están preparando para hacerle llegar sus reclamos.
El PRO, por ejemplo, insistirá con sus propias propuestas electorales. Ya hace varios días que el bloque que preside Cristian Ritondo viene buscando diferenciarse del gobierno nacional - el martes, por ejemplo, publicitó una carta que le había enviado a Menem pidiéndole que avanzara con varios de sus proyectos presentados - y esta vez no será diferente. En el caso de la eliminación de las PASO, Ritondo jugará a un punto intermedio: de las PASO a las PAS. Es decir, le propondrá al gobierno eliminar la Obligatoriedad de las primarias (que es un proyecto de María Eugenia Vidal). La solución salomónica del macrismo implicaría una baja del gasto del Estado - el gobierno solo debería encargarse de la logística, con la distribución de las urnas y las boletas -, pero admitiría que todos los partidos que quieran ir a internas puedan hacerlo.
A la UCR, mientras tanto, no termina de convencerle del todo esta propuesta intermedia. "Eso de hacer las primarias optativas hace que pierdan el objetivo que tenían, que es democratizar, porque vuelven los partidos a decidir si las hacen o no", reflexionó un dirigente radical cercano de Rodrigo de Loredo. La propuesta de la UCR, entonces, será la misma que la de HCF, el PRO y la Coalición Cívica: que antes de aprobar cualquier cosa en Diputados, el oficialismo, primero, tiene que terminar de sancionar la Boleta Única Papel que se encuentra durmiendo en el Senado. El proyecto fue aprobado en Diputados hace un par de años y nunca pudo sancionarse en la Cámara alta debido a la resistencia del gobernador rionegrino Alberto Weretilneck, que se niega a acompañar el proyecto tal cual salió de Diputados.
Más allá del debate por la eliminación de las PASO, Francos buscará sumar adhesiones para su reforma del sistema de financiamiento de los partidos políticos. El gobierno quiere quitar el tope para los privados y, a su vez, eliminar el financiamiento del Estado, pero se encontrará, una vez más, con la resistencia de varios de sus aliados.