Repudiamos el despido de trabajadoras y trabajadores en medios públicos
El avance del recorte sobre trabajadoras/es de medios implica censura de las ideas y sobrecarga de tareas a quienes se quedan en medios en los que no sobra nadie.
El trabajo no es una variable de ajuste, mucho menos en un contexto de crisis económica y en una provincia con 79,5% de la población en situación de pobreza y un 38,6% en indigencia, según el informe de la UCA.
Según el Observatorio Laboral de Fopea, en los primeros 6 meses del año se perdieron 1031 puestos laborales en medios de comunicación. La mitad, en los medios públicos.
Asimismo, es necesario destacar que cuando se despiden trabajadores y trabajadoras, las mujeres siempre son las más afectadas. La feminización de la pobreza no solo tiene que ver con salarios precarios, sino también con los despidos.
Según un estudio de la Universidad de Córdoba, ser mujer aumenta la posibilidad de ser pobre en un 65% y en un 92% que tengas un trabajo informal. Estas cifras se repiten en la provincia.
Los despidos en los medios públicos impactaron, en su mayoría, a mujeres. En una provincia con un contexto económico complejo, quitarle el trabajo a una mujer trabajadora y único sostén de su hogar, es un acto de crueldad y misoginia.