Juicio por la verdad y abuso infantil: un camino alternativo que solo tiene dos sentencias en Argentina
Los denunciantes de Alejandro Wiebe quieren llevarlo a la justicia por acusaciones de abuso sexual, pero como los delitos prescribieron solo pueden esperar que un juez decida empezar un juicio por la verdad.
Alejandro "Marley" Wiebe acumula dos acusaciones en la Justicia por abuso sexual y en ambos casos los denunciantes buscan que sus historias se sumen a la lista de juicios por la verdad en delitos contra la integridad sexual tramitados en Argentina. De los menos de 20 casos abiertos en los últimos seis años --no existen estadísticas oficiales, sino un relevamiento basado en la cobertura mediática--, solo dos consiguieron sentencia en el último año. Una sola de ellas está firme.
¿Cuándo prescribe el delito de abuso sexual infantil en Argentina?
“Cuando tenés trauma no recordás algunas cosas", relató Adrián Molina Nueva denuncia contra Marley: un hombre de Entre Ríos lo acusa por abuso sexual Con un tono calmo, Adrián Molina --quien presentó la primera denuncia contra el conductor televisivo-- contó en televisión que le llevó muchos años reconocerse como víctima. “Con los años entendí que lo que pensaba que era mi primer amor, era un abuso sexual”, dijo este miércoles al programa Intrusos. También relató que llegó a la denuncia después de un camino "de terapia y aprendizaje". Ahora quiere que se conozca su verdad. Pero la acción judicial que espera no termina con su agresor en la cárcel. Tampoco va a conseguir plata. Adrián quiere un juicio por la verdad.
¿Cuándo empezaron los juicios por la verdad en casos de abuso infantil? En Argentina, los primeros juicios por la verdad se hicieron ante la imposibilidad de juzgar los delitos de lesa humanidad que cometió la última dictadura, porque todavía estaban vigentes las leyes de impunidad y los indultos a los genocidas, en los jóvenes 2000. Pero su implementación en causas que investigan delitos contra la integridad sexual de niños es mucho más reciente.
El objetivo del juicio por la verdad es que el Poder Judicial se pronuncie respecto de un hecho. A diferencia de acciones penales, civiles o administrativas tradicionales, en estos casos la resolución no implica una sanción. En cambio, lo que estos procesos buscan es determinar la responsabilidad --o no-- de los acusados cuando no es posible juzgarlos, ya sea porque fallecieron o porque el delito prescribió.
Recién en diciembre de 2018, la Cámara de Casación concedió por primera vez esta acción ante un caso de abuso infantil, cuando se llevó al banquillo a Norberto Funicelli, un profesor de música acusado por sus hijastras de haberlas agredido sexualmente cuando eran niñas, en los años '90. Sin embargo, ese juicio por la verdad todavía no consiguió una sentencia.
La revelación de la verdad en casos de abuso sexual infantil tiene un efecto reparador para la víctima adulta. Los juicios por la verdad buscan, precisamente, cumplir con ese objetivo.
¿Cuántos juicios por la verdad en este tipo de casos consiguieron sentencia? De los menos de 20 juicios por la verdad en casos de delitos sexuales iniciados en Argentina, solo dos cuentan con una sentencia, de los cuales una sola está firme. Se trata del proceso llevado adelante contra el pediatra Alberto Cirulnik. El fallo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N.41 dio por probados los hechos de abuso sexual infantil denunciados por siete exalumnos del Colegio ORT.
Andrea Verónica Quaranta, abogada que llevó la causa contra Cirulnik, contó en diálogo con Página|12 cómo fue la reconstrucción del rompecabezas. Para conseguir que el juzgado determinara que esos hechos sí habían ocurrido, se valió de relatos de testigos, análisis de fotos y hasta el testimonio de preceptoras que en ese momento trabajaban en la escuela.
De ese juicio por la verdad participaron también personas que contaron situaciones similares a las denunciadas --cometidas por el mismo hombre-- pero que no participaron de la acción judicial. "Eso te va armando un cuadro de la situación", consideró la también técnica en minoridad y familia.
El segundo caso que consiguió sentencia fue el juicio contra Humberto Aroldo Bello, un hombre de 86 que en febrero de este año fue declarado responsable de haber abusado sexualmente en reiteradas ocasiones de una de sus nietas, entre los 4 y 12 años de la niña. Aquel juicio por la verdad tramitó en el juzgado a cargo del magistrado Gabriel Mauro Ariel Vitale.
Fallo del Juzgado de Garantías Nº 8 en el juicio por la verdad contra Humberto Aroldo Bello. Esa causa no cuenta con sentencia firme, porque la defensa del acusado apeló el fallo y ahora se espera la resolución de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional.
¿Cuándo prescribe un delito por abuso infantil en Argentina? La respuesta es depende. Desde noviembre del 2015 rige una ley conocida como de respeto a los tiempos de las víctimas (N. 27.206), la misma establece que la prescripción de los abusos infantiles empieza a computarse desde el momento que se presenta la denuncia, dándole tiempo a la persona a que pueda realizarla cuando se sienta preparada.
Así quedó expresado en el artículo 2 de esa ley: "Se suspende la prescripción mientras la víctima sea menor de edad y hasta que habiendo cumplido la mayoría de edad formule por sí la denuncia o ratifique la formulada por sus representantes legales durante su minoría de edad".
Esta norma modificó la popularmente conocida como Ley Piazza (N. 26.705), que en 2011 amplió los tiempos para denunciar "desde la medianoche del día en que éste (la víctima) haya alcanzado la mayoría de edad".
Ambas normas contemplan que existe una asimetría entre quien comete el delito y el damnificado. Esa diferencia de poder "hace que sea prácticamente imposible que las víctimas y sobrevivientes puedan hacer las denuncias cerca de cuando los hechos suceden, por las características propias de estos hechos, por el silenciamiento y por la confusión", analizó la abogada feminista Luciana Sánchez ante la consulta de este medio.
De todas maneras, como las leyes no tienen efecto retroactivo, muchos jueces interpretan que los abusos infantiles cometidos con anterioridad a la promulgación de esas normas se consideran prescriptos entre los 8 y los 12 años de cometido el hecho, de acuerdo a lo que indica el Código Penal de la Nación. En esos casos, "la víctima tiene que tomar la siguiente decisión: sigo recurriendo hasta la Corte Suprema peleando por la sanción o hago un juicio por la verdad", aportó Sánchez.
¿Cómo denunciar un delito sexual en la infancia prescripto? La recomendación de la abogada Quaranta ante la intención de denunciar delitos de abuso infantil prescritos es "consultar a un colega especializado en delitos sexuales, porque el tema es muy complejo y muy novedoso".
Si bien muchas personas se pueden ver reflejadas en el relato de denunciantes que tienen un recorrido mediático y pueden encontrar muchos puntos de comparación, "cada historia es distinta", enfatizó la letrada.
Quien tenga la intención de denunciar tiene que pasar por el momento de relatar los hechos, una instancia que puede tener un sabor amargo. "Nos ha pasado con gente que era la primera vez en su vida que lo contaba, porque nunca lo había contado ningún familiar, ningún amigo, ningún psicólogo, nada", reconstruyó Quaranta.
Luego de esa primera entrevista con un abogado especializado, "el colega le va a decir cuáles son las posibilidades, cuáles son las opciones", pero la última palabra será del protagonista de la historia. Otra sugerencia de la letrada es que para decidir dar o no ese paso, es recomendable que el impulsor de la denuncia realice un tratamiento psicológico.
Concretar una decisión informada es importante porque "no necesariamente hacer la denuncia va a querer decir que le van a habilitar un juicio por la verdad, y un juicio por la verdad tiene las mismas características (de investigación) que un juicio cualquiera", completó Quaranta.
Si bien, a veces, impulsar un juicio puede ser revictimizante, "muchas otras veces puede ser muy reparador",dijo Quaranta al ser consultada por los efectos de volver a pasar por el cuerpo esas experiencias. Cuando un denunciante se encuentra con un juez que practica "una escucha empática", muchas veces sienten "que se sacan una mochila de encima", aseguró.