A dos años del atentado contra Cristina, juicio en marcha y causa fragmentada
Sin profundizar sobre la autoría intelectual y los “financiadores”, con pericias fallidas y pedidos de la querella ignorados, se desarrolla este año el debate oral contra los tres acusados de haber intentado asesinar a la entonces vicepresidenta.
El 1 de septiembre de 2022 a metros de su vivienda en el barrio porteño de Recoleta y en medio de movilizaciones en su apoyo, Fernando Sabag Montiel gatilló contra la entonces vicepresidenta Cristina Kirchner y la bala no salió.
Sabag Montiel fue detenido por los propios militantes prácticamente sin que la custodia de la vicepresidenta se diera cuenta de lo que ocurría. Brenda Uliarte, también estaba allí, muy cerca y se fue.
Se cumplen dos años del intento de magnicidio, y la justicia lleva adelante el juicio oral y público al agresor material Sabag Montiel, su exnovia Brenda Uliarte, y Gabriel Carrizo, dueño del negocio de los copos de azúcar.
Un hecho de violencia institucional, pero que fue enviado a juicio sin vinculaciones políticas o económicas detrás del atentado.
Acusación
Los tres están acusados de tentativa de homicidio doblemente calificado por alevosía y el concurso premeditado de dos o más personas agravado por el uso de arma de fuego.
Está fuera de discusión la autoría de Sabag Montiel. Y por lo que se vio en el juicio, la defensa de Brenda Uliarte apunta a que la declaren inimputable. En tanto, y a pesar de que Carrizo habla de bromas y chistes, los mensajes en su celular lo incriminan.
No forma parte del juicio, a pesar de los pedidos de los abogados querellantes que representan a Cristina, ni la investigación sobre el diputado Gerardo Milman y sus secretarias, ni el expediente sobre la agrupación de ultraderecha Revolución Federal.
Tampoco se debate en el juicio si el referente de Revolución Federal, Jonathan Morel, recibió financiamiento para la organización a través de la empresa Caputo Hermanos.
El juicio con una audiencia semanal, está a cargo de los jueces Sabrina Namer, Adrián Grünberg e Ignacio Fornari y la fiscal es Gabriela Baigún.
Los detenidos sometidos a juicio: Sabag Montiel, Uliarte y Carrizo Fernando Sabag Montiel, el joven brasileño que empuñaba la pistola y gatilló; y su novia Brenda Uliarte, que estaba presente en las inmediaciones del lugar del ataque, son los principales acusados.
También es juzgado el jefe de los “copitos”, Nicolás Carrizo, preso y acusado de ser un partícipe secundario del ataque.
La fiscalía consideró que no tuvieron una “financiación” para llevar adelante el intento de homicidio.
Sabag Montiel y su confesión “Yo la quería matar y ella (por Brenda) quería que muera”, fue una de las frases que el principal acusado dijo ante el Tribunal Oral Federal 6 que lleva adelante el debate.
Al comenzar el juicio, Sabag Montiel confesó su deseo de matar a Cristina e insistió que fue por motivación personal sin "el accionar de terceros".
Sobre su exnovia Brenda Uliarte, también acusada en el juicio, Sabag Montiel aseguró que "la quería ver muerta (a Cristina)".
Antes había explicado los motivos de por qué quiso atentar contra la entonces vicepresidenta. “Creo que es un acto de justicia y no fue un acto en el que traté de favorecerme económicamente. Tiene una connotación más profunda, más ética y más comprometida con el bien social que otra cosa”
Carrizo, pedido de perdón y “joda” “No lo quiero tomar como excusa, pero estábamos tomando un fernet, el alcohol era habitual. Estaba entonado y empecé a mandar mensajes. Les juro que nunca me lo tome con la seriedad que tenía que ser. Hace un año y nueve meses que me estoy castigando por esto. Lo que dije nunca fue cierto, fue en joda”
Eso declaró el dueño de la máquina de hacer copos quien explicó la relación laboral que lo unía a sus consortes de causa.
En su teléfono celular se encontraron mensajes donde habla de la organización del atentado. Explicó que “estaba entonado” y que para él todo era un chiste.
Brenda y su estrategia. Un informe clave Primero aceptó prestar declaración, luego sorprendió con un ”No, no declaro, anulo” . Quienes presenciaron el juicio advirtieron que la estrategia de Brenda Uliarte apunta a que la declaren inimputable.
Pero días atrás, un informe del servicio psiquiátrico del Servicio Penitenciario Federal consignó que Brenda “está orientada en tiempo y espacio”, que no tiene tendencias suicidas ni depresivas, lo que implica un revés para su defensa.
La pata política nunca profundizada Sigue en la etapa de instrucción, aunque debilitada, la denominada “pista Milman” que apunta al diputado de Juntos por el Cambio.
Avanzar sobre la pista Milman era un reclamo de los abogados de la vicepresidenta desde que se conoció la declaración de un testigo que escuchó decir a Milman que iba a estar camino a la costa cuando atentaran contra Cristina
La querella siempre cuestionó que no se investigara debidamente la maniobra para borrar el contenido de los celulares de dos colaboradoras del diputado.
“Borrar todo”, eso lo contó ante la justicia Ivana Bohdziewicz, una de las secretarias de Milman cuando relató el episodio en la oficina de Patricia Bullrich con un perito que actualmente trabaja para la ministra de Seguridad.
Recién en 2023 se peritaron los teléfonos. Solo del de Bohdziewicz fueron recuperados algunos chats.
El contenido del teléfono de Sabag Montiel tampoco pudo obtenerse. Primero la Policía Federal y después la Policía de Seguridad Aeroportuaria intentaron el acceso al celular pero no pudieron hacerlo. Las sospechas de irregularidades también llevaron a que se investigue el hecho.
“Nostradamus contemporáneo” Al declarar como testigo en el juicio, Cristina Kirchner calificó a Milman como el “nostradamus contemporáneo”, y recordó que unos meses antes del intento de magnicidio, el diputado del PRO, había presentado un proyecto donde pedía informes sobre la custodia de la exmandataria.
Cristina Kirchner, quien ha sido muy crítica de la investigación entiende que falta el autor intelectual. Lo mismo han expresado siempre sus abogados José Manuel Ubeira y Marcos Aldazabal.
“Este es un juicio contra los autores materiales, faltan los autores intelectuales y financiadores del hecho”. “Es una deuda que tiene que se tiene que saldar no conmigo, sino con la democracia”, declaró Cristina al Tribunal Oral.