El colmo: la oficina de Gestión Edilicia de Casa de Gobierno se cae a pedazos
La Oficina 10, que funciona en el subsuelo del edificio de Marcelo T. de Alvear 145, se inundó recientemente. Hay filtraciones, humedad y la ventilación no es la adecuada. Los empleados aseguran que vienen reclamando hace tiempo y nadie les da una respuesta.
Un insólito y contradictorio caso tiene lugar en Casa de Gobierno: la oficina de Gestión Edilicia se cae a pedazos, está en pésimas condiciones y los trabajadores reclaman condiciones dignas para poder prestar sus servicios.
La situación fue denunciada en reiteradas ocasiones y en lo que va del año varios funcionarios pasaron por el área, pero no llevaron soluciones.
“Es la oficina 10 que funciona en el subsuelo y venimos así hace mucho tiempo; hace poco nos inundamos y el agua tapó todo”, afirmó Alejandro, un empleado de planta permanente que se comunicó con EsChaco explicó lo que sucede en su lugar de trabajo.
“Nos cansamos de hacer pedidos todos ellos sin respuesta; esta vez que se inundó mandaron a secar justo después que los trabajadores habíamos subido los videos a las redes sociales”, comentó. El gremio ATE fue uno de los que elevó reclamos a las autoridades del gobierno pero desde septiembre continúa sin haber una contestación oficial.
El área que padece los inconvenientes es Gestión Edilicia perteneciente a la Dirección General de Mantenimiento y Servicio, jurisdicción 2 de la Secretaría General de Gobierno.
En reiteradas ocasiones, los empleados de esa oficina reclamaron que se lleven adelante las obras de refacción necesarias ya que el lugar se encuentra en un estado de deterioro avanzado que requiere de una intervención inmediata debido a diversos problemas estructurales y ambientales.
Según los planteos elevados a las autoridades de Casa de Gobierno, la situación actual de la oficina es crítica y urgente, ya que su estado de deterioro extremo plantea una amenaza inminente para la salud física, mental y psicosocial de quienes la ocupan.
Los numerosos problemas estructurales y ambientales que enfrenta han alcanzado niveles alarmantes, creando un entorno altamente perjudicial que impacta de manera directa en el bienestar integral del personal de planta permanente que trabajan allí.
Y recordaron que toda esa situación atenta contra el artículo 12 del decreto 911/96 y de la Ley de Seguridad e Higiene en el Trabajo (la 19.587), que establece que el trabajador tiene derecho a gozar de condiciones y medio ambiente de trabajo que garanticen la preservación de su salud y su seguridad.
En el más reciente reclamo elevado ante la Secretaría General de Gobierno, los empleados de la oficina 10 indicaron que “la falta de atención y acción frente a las condiciones inaceptables en las que nos vemos obligados a trabajar es un claro reflejo de la negligencia sistemática que ha prevalecido durante demasiado tiempo”.
Y agregaron que “esta prolongada indiferencia ha exacerbado los problemas edilicios hasta alcanzar niveles críticos, poniendo en evidencia una total falta de compromiso con el bienestar y la seguridad de los trabajadores”.
Pésimas condiciones laborales
Entre otras deficiencias edilicias, la oficina presenta filtraciones de agua provenientes del exterior, lo cual ha provocado daños significativos en las paredes y cielorrasos. Hay fallas de impermeabilización y falta de mantenimiento adecuado de las áreas exteriores del edificio.
Las consecuencias son manchas de humedad en los paramentos, proliferación de hongos y degradación de los materiales de construcción.
Adicionalmente, la carencia de una ventilación natural adecuada ha propiciado la creación de un ambiente interior propenso a la acumulación de humedad y la proliferación descontrolada de microorganismos patógenos.
Esta deficiencia en la ventilación también ha exacerbado la concentración de partículas suspendidas en el aire, constituyendo un grave riesgo para la salud respiratoria de todos los ocupantes de este espacio laboral.
Por otro lado, la antigüedad y el estado de los cielorrasos han generado problemas de desprendimiento de materiales, lo que supone un riesgo para la integridad física de las personas que transitan por el área de trabajo. Asimismo, la deficiente iluminación y el estado de los pisos existentes afectan negativamente tanto la seguridad como el confort de los usuarios.