Bancos apuntan a desincentivar el uso de efectivo por problemas de almacenamiento
Se observa un fuerte crecimiento de la cantidad de billetes en poder del público. Para los bancos, esto representa un problema: la capacidad de almacenarlos y piensan una estrategia para contrarrestar ese inconveniente. ¿A qué apuestan con el billete de $20.000?
El efecto "blanqueo" y una mayor confianza en la economía llevó a que aumentaran de manera considerable los billetes en circulación y ya comienzan a traerles graves problemas a los bancos, que apuestan a una "desmonetización" de la economía.
En la actualidad, los billetes y monedas en posesión del público alcanzan los $14.283,288 millones. Por otro lado, de acuerdo a un informe de Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA), los depósitos en pesos del sector privado, medido en términos reales, crecieron por segundo mes consecutivo. El crecimiento representa un alza del 122% respecto al mismo mes del año anterior y ya superan los $64.500 millones.
En tanto, los depósitos del sector privado en dólares crecieron 33% en octubre y mantienen tendencia alcista por once meses consecutivos, que coincide con el inicio de la gestión Milei. La fuerte suba de los últimos meses fue producto del blanqueo de capitales. Hoy, esos depósitos en moneda dura superan los u$s30.000 millones.
En este contexto, los bancos ya no tienen más bóvedas para depositar billetes. Con algo de humor, Claudio Cesario, presidente de la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), afirmó que ya se convirtieron en "constructores". Y es que muchas entidades tuvieron que implementar sarcófagos para complementar el espacio de almacenamiento propio.
"Un tema importante para resolver, aun cuando este año se realizaron destacables avances, tiene que ver con la administración y gestión del efectivo. Como saben, años y años con alta inflación y sin emisión de billetes de mayor denominación provocaron la acumulación de billetes en los tesoros de los bancos, que han sobrepasado la capacidad de recepción y almacenamiento de estos por parte del BCRA, al punto de que las entidades han tenido que construir nuevas bóvedas", dijo el representante sectorial.
"La emisión de billetes de mayor denominación requiere la pronta y urgente desmonetización de los billetes de menor valor. En español básico y para que se entienda: no hay capacidad instalada para almacenarlos. El volumen de billetes emitidos es tan disparatado que para ilustrar el problema si los alineamos podemos dar 43 veces vueltas alrededor de la Tierra o podríamos construir cuatro torres a la Luna. Dato final; la capacidad de almacenamiento en millares de billetes de los principales bancos recaudadores es mayor al de la Reserva Federal de New Orleans. Un despropósito de capacidad instalada y recursos utilizados si comparamos el valor de lo custodiado", sentenció el banquero.
De acuerdo a los datos del Banco Central, al 15 de octubre, los billetes de $1.000 eran los que lideraban en cantidad, con 5.701,1 millones de unidades. Le siguen los de $500 (1.389,1 millones) y los de $2.000 (1.105,7 millones). Por lo tanto se apunta a que, a medida que se vayan emitiendo billetes de mayor denominación, como el de $20.000, se reemplace progresivamente los de menor denominación.
De esta manera, se amplía la capacidad de almacenarlos y se avanza en solucionar el problema de las bóvedas, aunque, en el fondo, el objetivo es cada vez tender más hacia una economía de "dinero digital".
Uso del efectivo: ¿cambio de tendencia? Argentina se posiciona como el país que lidera en América latina la transformación digital en lo referido a medios de pagos, con un nivel récord de 95% de habitantes que utilizan aplicaciones de pago en sus dispositivos móviles, cifra que supera el promedio de la región.
Aunque el 95% de los habitantes de Argentina tiene al menos una billetera de pago instalada en su celular, el uso de efectivo sigue siendo un medio de pago prevalente en el país. La cifra de manejo de "cash" iguala al uso del pago virtual, con el 95% de la población aún utilizándolo, según un informe reciente de Ipsos.