Por Hugo Sager - En una de sus esporádicas visitas a su Puerto Tirol añorado, promediando el año 1994, el enorme Heraclio Perez nos propone tres desafíos. Para él, una cuestión de honor con la historia de nuestro pueblo.
La primera: un homenaje recordatorio permanente para aquellos hacheros venidos de todos lados a los montes chaqueños, muchos de ellos dejando su vida, sin siquiera portar su verdadero nombre. Sus cuerpos inertes, ajados por el sol y la miseria, solían llegar para una cristiana sepultura, luego de alguna discusión que termina en tragedia, tan bien descriptas por Luis Landriscina en su poema HUBO PAGO EN EL OBRAJE y tan bien pintada en Bailantas Chamameceras del propio Heraclio. Esa obra se concretó ocupando un espacio al final de la vieja calle 12 de Octubre, recuperando un espacio destinado hasta entonces a ser casi un basural en pleno centro. La escultura que representa al HACHERO DESCONOCIDO fue diseñada por el Arq. Butticce, promovida por el inefable Manolo Bordón, concretadas por manos tiroleras, financiadas por el Municipio de Puerto Tirol e inaugurada por el propio Heraclio Perez junto a sus amigos.
El segundo compromiso asumido en aquel encuentro fue recuperar la memoria, mostrarla orgullosa a quienes nos visitaran y transmitirla a las generaciones futuras. Nace así la idea de recuperar un espacio ubicado en lo que se denominaba el “Almacén de la Compañía”, que desde el subsuelo, y mediante un sistema de roldanas, extraía las mercaderías básicas para los obreros tanineros de aquel entonces. Y rescatarlo significaba ganarle a la humedad, los desperdicios y el abandono que durante décadas, sumieron en el olvido a ese trozo importante de la historia tirolera. Pero también significó recuperar para la memoria colectiva una enorme cantidad de libros de la vieja Quebrachales Fusionados, que expuestos a la comunidad, sirvieron para recordar, conocer historias, imaginar procesos, resguardarlos y devolverlos a sus dueños actuales.
Aquel 11 de noviembre del 2004, en la inauguración del Museo Histórico de Puerto Tirol ya no pudo estar Heraclio que había salido de gira celestial unos años antes. Pero entre las personalidades presentes en aquel momento, brillaba la de Ramón Ayala “El Mensú”, un enorme poeta, músico, pintor y hombre de la cultura popular, que tan bien describiera a nuestro Litoral y a nuestro Chaco de algodón y chamamé.
Y solo 2 dias después, se cumplia el tercer sueño del autor de “A Puerto Tirol”, obra que inmortaliza nuestro pueblo como Himno local oficial: se daba inició al Festival del Taninero, en las instalaciones del Centro Cultural Municipal “Horacio Garcia”, de la mano de Walter Bordon,el Municipio de Puerto Tirol, la empresa UNITAN representada por Alfredo Bordon y unos pocos amigos más que se embarcaron en este desafío.
Con la presencia de muchos músicos amigos, generosos en su profesionalismo, respetuosos de nuestro sentir, comprensivos en la dificultad que significaba pensar, hacer y perdurar un Festival chamamecero que sea además un homenaje a la música litoraleña por excelencia, que llegó a nosotros a través de los Hacheros Correntinos en sus inicios, descriptos por otro tirolero ilustre: Adolfo Cristaldo en su poema “….Cien hacheros correntinos…” y continuó con las oleadas de braceros que elegían al Chaco para concretar sus sueños y esperanzas. Y que los fines de semana en las Bailantas chamameceras se fueron enredando a nuestro Chaco, muchos de ellos echando raíces por estos lares, y sin proponérselos, forjando nuestra identidad.
A todos ellos, muchas gracias, por creer, acompañar y ayudar a sostener esta Fiesta Chamamecera que recoge nuestro himno tirolero, pero también sintetiza la religiosidad popular que acompañando las largas peregrinaciones hacia la imagen de la Virgen Itati, en sus descanso tiroleros, inundaban de chamame las distintas bailantas que se armaban en su honor. Que continuó en el patio de doña Felipa y también con Isidoro Iturri, Veronesse, Ramúa, Lencho Bogarin, los Cantores de Pueblo Chico, Juan Pueblo (y tantos otros, a quienes pido perdón por no nombrarlos en temor al olvido) y se trasladó luego ya con mayor tecnología, gracias a Oscar Mongeló amenizando cada baile popular donde sonara un chamamé .
Y hoy, a punto de iniciar su 20 edición, nos enorgullece poder decir que el resultado de aquellos sueños son una realidad: cientos de bailarines y conductores tiroleros en escena, la Orquesta Comunitaria del Cruce Viejo editando su disco chamamecero junto a grandes figuras del chamamé, una creciente cantidad de jóvenes aprendiendo y destacándose en la interpretación del acordeón chamamecero en la Escuela de Música Popular, la hermandad entre pueblos de la gran patria chamamecera de Brasil, Paraguay y Argentina, grupos de Danza chamameceros en Festivales brasileños y paraguayos, encabezados por el querido y recordado Alejandro Encinas, libros y películas surgidas de estos encuentros, proyectos comunitarios como la Fábrica de Acordeones Sociales, una Edición Digital en tiempos de pandemia sólo posible con músicos comprometidos y acompañando en los momentos difíciles, nos permitirían decir que la tarea está cumplida.
Pero no es así: solo muestra la legitimidad que tiene nuestra Fiesta Provincial del Chamamé. Y basado en ella, nos permitimos exigir un apoyo incondicional a esto que no es un mero hecho artístico: es una EXPRESIÓN CULTURAL IDENTITARIA del Chaco litoraleño. A todos quienes estuvieron promoviendo y acompañando estos años, muchas gracias. Bienvenidos a la 20° edición del Festival Nacional del Taninero y 13° Fiesta Provincial del Chamamé. 🪗🎼