Marcelina vive en Las Breñas, en zona rural. Tiene tres hijos menores de diez años. Cobra cien mil pesos por mes de Asignación. Su casa es pequeña, humilde, su consumo de energía está determinado por meros tres focos. En los últimos meses, sin embargo, le llegaron boletas impagables, por encima de 50 mil pesos.
Hace unos días, en conferencia de prensa, funcionarios del gobierno provincial volcaron sobre la población del Chaco, sobre las vecinas y vecinos, la responsabilidad por las altas tarifas. Según los funcionarios, las chaqueñas y chaqueños consumen mucha energía.
“Hay casas —dijo José Bistoletti, presidente de Secheep—, en las que se usan hasta dos aires acondicionados”. ¿Estarán al tanto los funcionarios de Leandro Zdero de que vivimos en el Chaco? ¿Cuántos aires acondicionados usará Zdero por día? ¿Dónde se metió el gobernador? ¿Vive en el Chaco?.
En vez de gestionar para la provincia, en vez de defender los recursos del Chaco y de garantizar que las chaqueñas y chaqueños pasemos un verano —nuestra temporada más áspera— con dignidad, Zdero y Livio Gutiérrez, su secretario de Gabinete, responsabilizan a la población por las tarifas que ellos obligan a pagar. Que vayan a Las Breñas y le expliquen esto a Marcelina.
Conviene respirar hondo. Conviene, en todo caso, celebrar que hubo vecinas y vecinos que hicieron sentir su enojo, su indignación —que se organizaron—, y obligaron a que Zdero deje de dar rienda suelta a los abusos en las tarifas. ¿Qué esperaban el gobernador y su gente? Hay familias, hay comerciantes, emprendedores y empresarios que ya no pueden resistir los embates económicos que impone el gobierno provincial.
Es mentira que las tarifas “deban actualizarse”, es mentira que cada tanto tiempo tengamos que pagar más. Que paguemos más o menos de luz, agua o transporte público depende de la decisión y de la capacidad de gestión de quien gobierna. Y Leandro Zdero, gobernador del Chaco desde hace un año y dos meses, decidió que las chaqueñas y chaqueños paguemos 420 por ciento más de luz de lo que pagábamos en diciembre de 2023.
Espejo trucho de Javier Milei, en este año y dos meses de gestión lo único que Leandro Zdero trajo a la provincia fue un plan de ajuste, recortes y despidos cuyos efectos son demoledores.
Funcionarios que apenas asumidos aumentaron sus sueldos sin vergüenza ni miramiento (sueldos de 10 millones, de 15 millones), justifican los despidos de trabajadoras y trabajadores que cobraban un millón con el argumento de que sostenerlos resultaba muy oneroso para la provincia. Despiden a los trabajadores en épocas de receso, cuando no hay posibilidad de presentar siquiera un amparo ante la Justicia.
Insisto, el consuelo es que hay indicios de organización; que hay voces que se están haciendo escuchar, ya sea por la urgencia como por la indignación. No es poco consuelo. Además, tenemos herramientas y propuestas a la mano, para poner freno al ímpetu ajustador, a la estrechez de miras y a la insensibilidad del gobierno provincial.
A lo largo de 2024 presentamos en la Legislatura diversos proyectos que apuntan a reducir el impacto brutal del aumento de tarifas; pusimos a disposición del oficialismo y del Poder Ejecutivo iniciativas que ofrecían alternativas sólidas, alternativas que aliviarían a las familias chaqueñas. Propusimos, entre otros proyectos, que las tarifas de luz aumentaran sólo si había un aumento de salarios que corriera a la par. Propusimos que emprendedores del turismo y la gastronomía, comerciantes, Pymes y cooperativas —todos quienes movilizan la economía del Chaco— reciban ayuda para afrontar los costos de las altas tarifas.
Esas iniciativas, esos proyectos, están disponibles, sus fundamentos están más vigentes que nunca. Es cuestión, como siempre, de tener la voluntad política. Es cuestión de hacerse cargo de lo que corresponde. Y lo que corresponde es trabajar para que las chaqueñas y chaqueños vivan con dignidad. Porque lo merecen, porque es un acto de justicia.