Cierre de alianzas en provincias: LLA evita hacerles daño a gobernadores aliados
El peronismo se presentó con listas separadas en Jujuy, San Luis, Salta y Chaco. La Libertad Avanza no superó su interna jujeña y va con dos frentes. La UCR y el PRO están desdibujados. Una oportunidad para los oficialismos provinciales.
El próximo 11 de mayo habrá elecciones para renovación parcial de las cámaras legislativas, concejos deliberantes y autoridades de intendencias en Chaco, Jujuy, Salta y San Luis. Mientras el gobernador chaqueño Leandro Zdero selló un acuerdo con La Libertad Avanza y ató su destino al futuro de la gestión del presidente Javier Milei, el resto de los mandatarios mantuvo distancia y consolidaron los frentes con los que ganaron en las provinciales en 2023. El peronismo jujeño, puntano y salteño se rompió y la unidad del chaqueño pende de un hilo. La atomización de los espacios juega a favor de los gobernadores.
Al filo del vencimiento de los plazos, Zdero inscribió en la Justicia Electoral el frente "Chaco Puede", fruto de un acuerdo que alcanzó con LLA local, que se habría cerrado unos días antes cuando visitó la Casa Rosada. Refrescó así un slogan que utilizó la última dictadura cívico militar en esa provincia entre 1976 y 1979, y se pegó al Poder Ejecutivo Nacional. Con la Unión Cívica Radical (UCR) comandando este espacio habrá que ver la reacción de la conducción nacional boina blanca, refractaria a las políticas libertarias. Un termómetro que se verá en la Convención Nacional del 25 de abril.
El escenario es más complejo para el peronismo, puesto que el presidente del partido, el exgobernador Jorge Capitanich, no pudo evitar que se inscribieran tres espacios de origen justicialista (Frente Chaco Merece Más, Primero Chaco y CER), aunque no se descarta que a la hora de elegir las candidaturas pudiera haber un acuerdo para unificar a las vertientes. Con un peronismo atomizado, nada debería preocupar a Zdero.
En Jujuy, el gobernador radical Carlos Sadir registró una alianza electoral con 45 partidos que es el frente "Jujuy Crece", por lo que espera imponerse con cierta comodidad, a raíz de la interna que partió en dos al peronismo. Por un lado se encuentra el Frente Justicialista, integrado por 25 fuerzas -una de ellas es el PJ- y que se referencia en la diputada nacional, Leila Chaher, de La Cámpora, cercana a la presidenta del PJ Nacional, Cristina Kirchner. Del otro lado está el Frente Somos Más, que encabeza la senadora nacional peronista Carolina Moisés, formado por 10 partidos provinciales y locales, más el acompañamiento de agrupaciones que se muestran distantes de la conducción nacional. Sin posibilidades de acordar en las candidaturas, el sisma juega fuerte a favor del oficialismo radical.
Aunque el escenario parecía propicio para la consolidación local de LLA en esta provincia, no hubo acuerdo, quizás por la misma razón por la que la presidenta nacional del partido, Karina Milei, todavía no desembarcó en Jujuy para la consolidación partidaria. Como sea, se inscribieron dos espacios que se referencian en el presidente Milei. El Frente Unir Liberal y Transformación Libertaria Jujuy, del diputado nacional Manuel Quintar y el senador nacional Ezequiel Atauche, respectivamente. Los dirigentes del primero se expresaron en contra de la conducción que ejercen de hecho los parlamentarios nacionales. Estas divisiones le sirven en bandeja el triunfo a Sadir, uno de los mandatarios dialoguistas que suele acompañar a la Casa Rosada.
El puntano Claudio Poggi no anduvo con vueltas y constituyó su "Ahora San Luis", un gran espacio que cobija al PRO y la UCR, más partidos provinciales y municipales, con los que ya obtuvo el triunfo en 2023. La novedad es que el mandatario provincial sumó a los espacios del intendente de Juana Koslay, Toti Videla; y al de la intendenta de Naschel, Valeria Kuhn. El exgobernador Adolfo Rodríguez Saá también confirmó el apoyo de su partido a Poggi como en 2023, por lo que el oficialismo no tendría inconvenientes en imponerse con holgura. Mucho más, cuando LLA no podrá participar con sello propio, por no cumplir en tiempo con los pasos de inscripción del partido. Lo hará con la alianza "Las Fuerzas del Cielo", aunque no supondría ningún desafío para el poderío territorial oficialista.
En San Luis los peronismos se inscribieron por separado, aunque hasta último momento hubo diálogos entre sus dirigencias. El exgobernador Alberto Rodríguez Saá inscribió la Alianza Frente Justicialista, que está integrada por 15 fuerzas pero que a diferencia de 2023, cuando este mismo espacio se presentó, llegará al 11 de mayo con menos presencia por la migración de algunos dirigentes al espacio del gobernador Poggi. El otro peronismo que irá a las urnas es el Frente por la Justicia Social, cercano a Cristina Fernández, que está constituido por una docena de fuerzas. En este este escenario, otra vez la atomización jugará para el lado del oficialismo provincial.
Sáenz parte a la oposición En Salta, el mandatario Gustavo Sáenz jugó a lo que más conoce y que le dio buenos resultados: dividir. Tres frentes se inscribieron por separado e impulsarían la misma lista oficial en mayo para ampliar la cosecha: el Peronista Salteño, Unidos por Salta y Si Salta Unida.
A su favor, el oficialismo salteño observa también divisiones en la vereda del frente, aunque en detrimento de sus adversarios. La Libertad Avanza se inscribió sola pero tendrá una fuerza que le disputará el mismo electorado. Se trata del Frente Liberal Salteño por Salta Libre, que lidera el exPRO Alberto Castillo, funcionario de Sáenz y que está al frente de la empresa estatal provincial Recursos Energéticos y Mineros de Salta SA, y Alba Quintar, hermana del diputado libertario jujeño Manuel Quintar. Ambos están enfrentados con la diputada nacional libertaria María Emilia Orozco y con Alfredo Olmedo, el exdiputado nacional, que avisó que su partido no jugará en estos comicios con su sello. Esperaría instrucciones de la Casa Rosada. Orozco y el empresario sojero de campera amarilla son la columna vertebral de LLA en este distrito.
La UCR y el PRO han protagonizado en estos meses un desaguisado de desencuentros que se repitió en el cierre de listas, al fracasar un intento de reflotar el espacio que supo ser Juntos por el Cambio. De todos modos, para no quedar afuera, el radicalismo se sumó al Frente Juntos, en sociedad con otros partidos. La esperanza de los operadores de ambas trincheras opositoras es que se llegue a un consenso con el nombre de los candidatos para unificar fuerzas con el PRO, que a última hora le puso su firma al Frente Cambiemos.
El peronismo tampoco pudo evitar una fractura. El Partido Justicialista fue intervenido y sus autoridades, el bonaerense Sergio Berni y la pampeana María Luz Alonso, inscribieron el Frente Peronista Salteño, que contiene al PJ, el Partido del Trabajo y del Pueblo, Frente Grande, Kolina, Instrumento Electoral por la Unidad Popular y el Partido de la Cultura, Educación y el Trabajo. El otro espacio justicialista, con vasos comunicantes con la dirigencia de Sáenz, según se señala, es el Frente Peronista Salteño, integrado por los partidos Memoria y Movilización, Representar, el Movimiento Libres del Sur, el Partido Fe y el partido Igualar. Ambos frentes tiene el mismo nombre, por lo que la Justicia Electoral citó a los apoderados para la semana próxima para resolver esta situación. "No tenemos aliados ni socios, somos la contracara de Milei", sostuvo el exsecretario de Seguridad de la Nación.
Si no hubiera sobresaltos, los cuatro gobernadores dialoguistas no tendrán inconvenientes en ratificar los triunfos que tuvieron hace dos años, alimentado por las divisiones en toda la oposición, incluso la libertaria.
Así, cobra fuerzas un acuerdo no escrito que habría cerrado la Casa Rosada con los jefes provinciales con los que tiene una mejor relación. Esto es, no interferir en estos comicios y en sus territorios porque, al fin y al cabo, para proyectos claves en el Congreso igual contará con el apoyo de sus diputados y senadores nacionales.