Miércoles, 19 de Marzo de 2025
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EL DRAMA DE MILES DE FAMILIAS EN UN CONTEXTO DE AJUSTE Y RECESIÓN
Miércoles, 19 de marzo de 2025
Desempleo y crisis social en el Chaco: más de 3.200 trabajadores privados se quedaron en la calle en el primer año de Zdero

El empleo se contrajo un 4,2% en 2024 bajo la actual gestión; la caída es una de las más pronunciadas entre todas las provincias del país, en un marco de tarifazos e inflación que no cede.
El empleo privado formal en el Chaco cerró el 2024 con una caída del 4,2%, lo que significa que más de 3.200 chaqueños perdieron su sustento en el transcurso del último año, todo bajo el gobierno de Leandro Zdero.

En un contexto de inflación creciente y tarifazos que asfixian a los hogares, la situación se torna alarmante y refleja el fracaso de las políticas económicas tanto del gobierno provincial como del nacional.

Mientras el presidente insiste en un discurso de "orden fiscal" y ajuste estructural, los números en el Chaco desnudan una realidad mucho más cruel: cada vez menos empleo registrado, mayor precarización laboral y familias enteras sumidas en la incertidumbre.
En diciembre de 2024, la provincia contabilizó 73.682 asalariados formales en el sector privado, un retroceso no solo respecto a 2023, sino también frente a 2022, cuando los números ya mostraban signos de deterioro (-7,0%).

Los datos se desprenden de un reciente informe elaborado por la consultora privada Politikón en base a información suministrada por la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación.
A nivel nacional, el empleo privado cayó un 1,6% en el año, con la pérdida de 100.169 puestos de trabajo. Sin embargo, el Chaco duplicó esa tasa de caída, lo que evidencia una crisis más profunda en la región. Este golpe al mercado laboral se da en un contexto de ajustes brutales: aumentos en tarifas de luz, gas y transporte, una escalada inflacionaria que pulveriza los salarios y una contracción del consumo que hunde aún más a las pequeñas y medianas empresas.




Las políticas de ajuste implementadas por el gobierno nacional no han hecho más que agudizar la crisis en las provincias, con recortes en programas sociales y una reducción del gasto público que impacta directamente en el empleo formal. Por su parte, la administración provincial se ha mostrado incapaz de generar estrategias que amortigüen el impacto de esta debacle. La falta de incentivos para la producción, el deterioro del poder adquisitivo y la retracción del consumo han creado un cóctel explosivo que desemboca en la pérdida masiva de fuentes de trabajo.

En diciembre, solo cuatro provincias lograron mostrar un crecimiento interanual en el empleo privado, encabezadas por Neuquén, mientras que el resto del país, y en especial Chaco, sufrió los efectos de un modelo que prioriza la reducción del gasto antes que la protección del trabajo y la producción.

El panorama para 2025 no es alentador. Sin señales de reactivación económica y con un gobierno que persiste en el ajuste como única receta, la situación de las familias chaqueñas seguirá agravándose. La pregunta es hasta cuándo podrán resistir aquellos que hoy enfrentan la angustia de no saber cómo llegar a fin de mes en una provincia donde el empleo formal se desploma y las políticas públicas brillan por su ausencia.


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