Honores y nostalgias en clave de chamamé para Ofelia Leiva
La música permitió un viaje de recuerdos que reflejaron la vida de una de las referentes del género. Recordó a su amigo Salvador Miqueri y fueron constantes los homenajes a Rosendo Arias. Con el exótico lenguaje guaraní cantó el “Km 11” y ofreció un espacio especial a jóvenes promesas. “El chamamé me dio vida y con el soy feliz”, dijo.
Todo fue sensible y emotivo, una noche colmada de recuerdos y de profunda afectividad en honor a una de las mujeres del chamamé, Ofelia Leiva que repasó en su canto 50 años de vida al calor del chamamé, el sábado en el Teatro Juan de Vera. Inolvidable e histórica, el show colmado de canciones permitió una rápida hojeada por su extensa carrera artística que incluyó 35 años de dúo, junto al amor de su vida Rosendo Arias. “Soy feliz con el chamamé, más si lo canto en Corrientes”, dijo.
Una suave melodía de chamamé escoltó de nostalgia una catarata de imágenes de Ofelia Leiva que iluminaron la sala centenaria del teatro minutos antes de su ingreso. La sonrisa del público fue el primer síntoma de emoción que causó el repaso fotográfico, apenas una muestra de lo que sembró esta artista por el país. “Todo argentino un chamamé sabe cantar”, expresó su primer canto, “Chamamé”, tema compuesto por su compañero de ruta y vida Rosendo Arias.
Su sola presencia en el escenario genera sensaciones que se multiplican en cada show con la música litoraleña que inspira emociones nutridas con la sensibilidad de su voz. Sin olvidar a sus amigos, los aromas de Corrientes ayudaron a recordar al querido Miqueri para quien pidió Ofelia “un sentido sapucay por don Salvador”.
"Quiero besar tus manos" y “Para amarnos”, fueron de los primeros temas del homenaje que recordaron sus primeros pasos por la canción. “El chamamé me dio la vida que tengo”, dijo la artista que recibió constantemente el cariño del público.
“Este es el primer chamamé que canté cuando tenía 18 años”, dijo antes de emocionar con “Porque te amé” de Tito Miqueri con el acompañamiento de las melodías de la guitarra.
El recuerdo a Pocho Roch con “Pueblero de allá Ité” y a Ramón Ayala con “Posadeña linda”, permitieron que la noche de a poco se inunde de emoción, con una correntada de recuerdos que tuvieron como naciente a Ofelia desembocando con fuerza en la gente.
“Camino del arenal" fue otro de los clásicos que llegaron hasta el nervio del alma, “son como diez mil puñales en el pecho”, dijo Ofelia para empaparse de emoción. Otro recuerdo de Rosendo lo trajo el tema “Jamás te podré olvidar”, porque como lo dijo ella, “me costó mucho hacer la primera, porque este tema el que lo hacía ... debe estar acá” soltó Ofelia con una sonrisa.
La noche ya palpitaba con intensidad y la gente entusiasmada no paró de ovacionarla, pero falta mucho aún. Otra medicina para ahuyentar los males y alegrar el corazón fue "Es hora de cantar”, la última canción compuesta por Rosendo. “Firmé yo porque no tuvo tiempo de registrarlo nomás”, confesó Ofelia.
Un banquete de clásicos dejó para el final como “Cielo de Mantilla”, tema que el dúo cantó por primera vez después que lo compusiera Teresa Parodi, o también “Recordando a Concepción”.
Como un delante de la Fiesta del Chamamé trajo "Todo el mundo a bailar", “Puerto Tirol” y “Lucerito Alba”, entre otros moviditos.
Ya para el cierre, exhausta pero feliz, con el exótico lenguaje guaraní cantó el himno correntino “Km 11” y “Pueblo Cué”, para dejar en su ciudad natal una de las noches especiales del chamamé, recordando sus 50 años con la música.