Maldonado dice que el Gobernador carece del coraje para enfrentar al problema en su verdadera raíz
“El problema del transporte de pasajeros se basa en una suma de desigualdades y discriminaciones hacia el interior del país por la utilización arbitraria de los subsidios a la actividad, malversando así una herramienta útil creada para reducir la desigualdad social.
Jorge Capitanich, sumiso al poder presidencial, no tiene la valentía de defender el interés de los usuarios chaqueños y ofende a los ciudadanos de Resistencia con un parche electoralista de 60 días que acentúa la desigualdad y revela la ausencia del coraje necesario para enfrentar al problema en su verdadera raíz.
El gobernador, como acostumbra, nos quiere vender humo, negándose por temor a enojos gubernistas a encarar el problema en su verdadera dimensión, con lo que acentúa su triste figura en una tierra chaqueña que necesita de gente con la osadía necesaria para defenderla.
¿Cuáles son algunas de las fallas de este régimen injusto de subsidios al transporte de pasajeros que aplica el gobierno nacional?
1.- La Nación transfiere cerca de 18.000 pesos por ómnibus en ciudades del interior del país y 50.000 pesos por ómnibus en el Área Metropolitana de Buenos Aires;
2.- Mientras que para las ciudades del interior el subsidio se calcula sobre un monto basado en las unidades y el personal empleado, para el Área Metropolitana de Buenos Aires, se calculan sobre el costo completo de la prestación, desigualdad que viene creciendo en los últimos años;
3.- Casi las tres cuartas partes de los subsidios al transporte (75%) favorecen a la población radicada en el Área Metropolitana de Buenos Aires;
4.- Como parte de los subsidios se generan con recursos tributarios generados en las provincias sobre el consumo de gasoil, buena fracción de estos recursos van a parar al Área Metropolitana de Buenos Aires;
Estas son sólo algunas de las desigualdades que las provincias soportamos con este régimen de subsidios aplicado caprichosa y arbitrariamente por el gobierno nacional.
Por lo tanto, hay que luchar desde nuestro suelo para modificar esta injusta realidad.
Éste es el verdadero problema, que nos viene de la Casa Rosada y al que tenemos que combatir.
En un proyecto de ley de mi autoría he planteado que un 30% de los recursos por todo concepto que ingresan al fideicomiso del sistema de infraestructura del transporte, sean aplicados para constituir un Fondo de Redistribución Federal del Transporte Automotor, que se distribuirá automáticamente a través del Banco de la Nación, de acuerdo a los porcentajes establecidos en la Ley 23.548 de Coparticipación Federal de Impuestos.
La redistribución de recursos no es un tema aislado, sino la manera como se construye federalismo. No deben existir ciudades de primera y de segunda, ni tampoco ciudadanos que merezcan mejores o peores servicios según el lugar del país en donde hayan nacido.
Esta es mi lucha y mi compromiso con mi provincia y con mi gente.”