A lo largo de la historia el lugar de la mujer ha sido de subordinación, ha tenido que luchar siempre para alcanzar la igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres, por lograr un espacio, un lugar en la sociedad, en lo profesional, en lo laboral, en lo político, en lo familiar y hasta gremial. Sin embargo en nuestros días, podemos afirmar que las mujeres ganaron un espacio y pueden desenvolverse en paridad de condiciones con el hombre.
La mujer que está convencida de sus derechos y del espacio propio, puede lograr todo lo que se proponga; en ese sentido digo que Graciela Beatriz Ríos, hoy candidata en segundo lugar para legisladora provincial por el partido obrero, es una digna representante del género y ejemplo de que con dedicación y lucha permanente, se puede llegar y en ese sentido esperar cosas buenas de su parte.
Sabemos que todo le fue costoso en la vida pero con tiempo, organización, acompañamiento de amigos y familiares y con firmes objetivos, se acercó a la meta propuesta. Esto la ayudó para comprender las necesidades de los más carenciados y que el esfuerzo, la voluntad, las virtudes personales son condiciones que deben tenerse en cuenta para generar igualdad a la hora de obtener un trabajo, o desarrollarnos en la vida, como mejor mérito para enfrentar al orden social constituido, que se maneja con el dinero o con el apellido y no con el mérito de la militancia, de la capacidad intelectual o la pertenencia a una clase.
Siendo de familia humilde, una joven de barrio, de calles sin asfalto, logró adquirir dos títulos universitarios, entonces quien mejor puede entender que con tiempo y esfuerzo todo es posible y que todos podemos llegar con voluntad y dedicación a las metas deseadas, y en esa inteligencia entrar en el pensamiento y la mística que movilizan a un pueblo.
También sabemos que tuvo que hacer una pausa en el camino de la vida por una grave enfermedad, pero consiguió recuperarse y poco a poco remontó vuelo, al igual que el ave fénix. Ello la habilita para que entienda que en esta vida estamos de paso, que el dinero es un medio para hacer cosas en una sociedad cambiante y de consumo, en beneficio de todos, pero cuando nos vamos solo nos llevamos el amor de la gente y el resultado de las obras solidarias que hicimos. Su testimonio en la opción por los menos, por los más pobres, le permite como un catecismo popular, no olvidar sus orígenes ni perder el sentido de su vida: la solidaridad.
Pero como no todo en el camino es un jardín de rosas, se encontró en la situación de tener que enfrentar varios molinos de viento en lo personal, laboral, en la lucha sindical, algunas veces salió golpeada a causa de su conducta diferenciadora de hacer y decir de frente, sin escudos; sin embargo nunca se vio sola ni sin fuerzas para empezar de nuevo y nunca fue sindicada como falta de ideas, de capacidad laboral, de honestidad, porque eso es lo que le sobra.
Este carácter firme, muchas veces criticado, le ha generado aceptación y rechazo pero sobre todo le permitió sobrevivir en una sociedad machista y clasista dejando a la mujer en un lugar de respeto y consideración, y por eso si la ciudadanía, a través del voto el 27/10/2013 le da una oportunidad, vamos a tener una genuina representante del pueblo en la Cámara de Diputados, con fuerza suficiente para defender los ideales con lo que se formó y educó
El modelo en su vida,que le ha dejado marca indeleble ha sido su abuela Ignacia Recalde de Ríos, el primer amor de su vida quien la ha educado y le dejó mandatos, los que nunca pudo desobedecer. Hermana mayor de cinco hermanos que han conocido la universidad y vieron en ella un camino a seguir al igual que sus sobrinos, la nueva generación no deja de prodigarle afecto y respeto.
Sus alumnos pudieron objetarla en un principio por su manera de decir, por sus exigencias, sin embargo todos concuerdan en que les dio lo mejor y les enseñó a ocupar el lugar que corresponde en una sociedad que les pertenece, dotándolos de conocimiento, de capacidad para investigar y sobre todo para creer en sus propias posibilidades.
Yo la conozco, he estado cerca de ella toda la vida. Creo que los chaqueños debemos darnos una oportunidad y generar espacio para nuevas ideas, para personas y partidos diferentes de los que han venido conduciendo, ellos ya han tenido la oportunidad, démosle a gente nueva y con compromisos fuertes con la gente, como lo es Graciela Beatriz Ríos, candidata a diputada provincial en segundo lugar por el partido obrero.