Impusieron el nombre de Marciano Luís Ojeda a escuela
Con la presencia del ministro de Desarrollo Urbano y Territorial, Gustavo Martínez, la diputada Beatriz Vásquez, el diputado nacional Gustavo Martínez Campos se llevó a cabo el acto de de imposición de nombre de Marciano Luís Ojeda.
Al recordarlo, Eduardo Castillo” mencionó que “Marciano Luís Ojeda, como se lo conocía en el barrio fue un luchador que estuvo durante muchos años como presidente de la Comisión Vecinal y luego presidente de la Comisión Cooperadora de la escuela Nº 50 donde trabajó para mejorar lo que era una escuela de madera y tengamos hoy una escuela de material, como así también un centro de salud, un jardín de infantes, y las primeras veredas de Villa Don Andrés, por lo que es muy querido por la gente de la zona”.
En tanto la directora del establecimiento escolar Sara Gómez dijo que “es una verdadera emoción reconocer la figura de don Luís que fue el verdadero fundador de la escuela, y como presidente de la Comisión Vecinal fue el que gestó la idea de la escuela Nº 50, pero no se quedó solamente en eso, trabajó toda su vida para la escuela desde conseguir la casilla de madera inicial al edificio que actualmente contamos”.
“Su gestión fue amplia y ardua con muy buenos resultados”, reconoció, al tiempo que aseguró que lo recuerda “con mucho cariño porque si bien como directora de la escuela estuve poco tiempo con él, pero en esos pocos años sentí que él era un compañero de trabajo y no el personal de servicio, siempre me acompañó en todo”, sostuvo.
El hijo de Marciano Luís Ojeda manifestó estar “muy contento” y agradecido por el reconocimiento brindado a su padre que también fue portero del establecimiento escolar.
“Es un gozo para mí porque estuve al lado de él y vi como luchó para que este lugar sea un gran establecimiento, él realmente quería que en este sitio se establezca la escuela, cuando todavía era un baldío, hasta que lo consiguió y hoy es una gran escuela”, afirmó.
“Él apostó a este lugar para que los chicos de Villa Don Andrés, puedan tener una escuela cercana a la que asistir y a pesar de que durante muchos años fue una escuelita de madera, con la ayuda de muchos padres, y vecinos se pudo construir una escuela de estas características”, agregó.
Por último, agradeció a directores, docentes y funcionarios que lo conocieron permitiendo que este lugar lleve su nombre.
Finalmente Paula Ojeda, expresó una “gran emoción” al recordar a su padre y especialmente orgullo por el homenaje brindado.
“Estoy muy alegre, contenta y agradecida a la comunidad por este reconocimiento, aunque es inevitable sentir un poco de angustia por no tenerlo presente físicamente, aunque sí en la memoria de todos aquellos que pasan diariamente por la escuela”, concluyó destacando la incansable solidaridad de su padre.