En una gran etapa, Juan Manuel Silva completó la tercera jornada del Dakar y arribó a Nazca con la VW Amarok. Este martes, más desierto rumbo a Arequipa.
Después de sufrir en la extenuante segunda etapa, Juan Manuel Silva tuvo un tercer día muy difícil pero con menos inconvenientes y unió Pisco con Nazca en 5h03m36, a bordo de la VW Amarok navegada por Rubén García. Fue una jornada positiva que además posibilitará unas horas más de descanso para seguir en la competencia más exigente del mundo.
El desafío de hoy fueron más dunas del desierto peruano, con trepadas que casi alcanzaron los 1.000 metros sobre el nivel del mar y bruscos descensos de altitud. Sin duda, los 243 kilómetros de especial fueron un reto diferente en comparación con lo hecho hasta acá.
Ayer por la noche, en el campamento de Pisco el equipo trabajó en la pick up, buscando refrigerar mejor la bomba de combustible para no sufrir los inconvenientes de ayer. Así, Silva tuvo una etapa en la que se midió a las dificultades propias del desierto.
5h03m36 fue lo que demoró el Pato en completar el Especial, que lo posicionaron en el lugar 77 del día y 97º en la general de coches, a 8h56m38 de Stephane Peterhansel luego 14h31m04s de carrera.
Mañana se disputará la cuarta Etapa del Dakar 2013, que seguirá bajando en el continente. Ahora, los pilotos deberán unir Nazca con Arequipa, con un Enlace de 429 kilómetros y un Especial de 288. Más desierto, más dunas, y mayor dificultad es lo que espera a los competidores en lo que será, para muchos, una de las etapas más difícil del Dakar, donde por momentos se transitará a 2.000 metros sobre el nivel del mar.
Juan Manuel Silva: “Hoy perdimos una hora porque tuvimos que cambiar un semieje, pero considero que estamos bien. Cuando solucionemos algunos detalles, propios de un vehículo nuevo, vamos a seguir mejorando porque la Amarok tiene un potencial increíble y eso me deja muy contento”.