La enfermedad causada por un parásito y transmitida por vinchucas infectadas a los humanos, sigue siendo un grave problema de salud pública. La región del NEA está considerada zona de riesgo alto y moderado.
A pesar de las constantes campañas de lucha contra el mal de Chagas y las medidas preventivas que llevan adelante los Ministerios de Salud de la Nación y de las provincias, según un artículo publicado por el portal digital formoseño Elcomercial.com.ar, la región del NEA y principalmente las provincias de Chaco y Formosa, está considerada zona de riesgo alto y moderado.
El artículo indica que en la Argentina, según las últimas estimaciones de la Organización Panamericana de la Salud, habría 7,3 millones de personas expuestas, 1,6 millones infectadas y más de 300.000 afectadas por cardiopatías de origen chagásico. La prevalencia de la infección en embarazadas fue de 6,8% en 2000 y de 4,2% en 2009.
En base a estos datos, se estima que cada año nacen unos 1.300 niños infectados por transmisión congénita que, si son detectados, pueden tratarse y curarse. La prevalencia media de infección en niños menores de 14 años fue de 1,5% en 2009, y se estima que 9 de cada 10 niños tratados en fase aguda y 7 de cada 10 tratados en fase crónica, se curan.
A pesar de los avances logrados, persiste riesgo de transmisión vectorial de vinchucas a humanos en algunas provincias y se incrementa el riesgo de transmisión congénita de embarazadas a sus hijos en áreas urbanas.