Federico Insúa fue presentado esta tarde como flamante refuerzo del Rojo, que busca volver a Primera. A los 34 años, el Pocho retorna al club donde fue campeón en 2002.
"Si diez años después te vuelvo a encontrar en algún lugar, no te olvides que soy distinto de aquél pero casi igual", reza la canción de Andrés Calamaro. Y si bien no son exactamente diez años, sino ocho y medio, los destinos de Federico Insúa e Independiente vuelven a cruzarse, pero mucho ha cambiado desde la última vez.
A los 34 años, el Pocho se desvinculó de Vélez, donde en dos años celebró dos títulos, y esta tarde fue presentado como flamante refuerzo del equipo de Omar de Felippe. En Avellaneda hay mucha expectativa por el regreso de uno de los protagonistas del último título a nivel local, el Clausura 2002.
Claro que las condiciones del reencuentro son diametralmente opuestas a las de los ciclos anteriores. En la recta final de su carrera, Insúa vuelve a un club que pelea por dejar atrás la peor mancha de su historia y por olvidarse para siempre de la pesadilla del Nacional B.
"La gente tuvo mucho que ver con mi vuelta a Independiente. Vuelvo porque quería estar en este momento, el objetivo es regresar a Primera", comentó el Pocho en su presentación. Luego, se refirió al presente del equipo: "De Felippe le dio identidad y tranquilidad al equipo. Nadie imaginaba que Independiente iba a terminar en puestos de ascenso".
Por último, se refirió a Daniel Montenegro, ladero en aquel campeonato: "Con el Rolfi compartimos grandes momentos y estar de nuevo juntos es muy lindo".