Corrientes: Una pobre organización opacó una fiesta histórica
Con la inauguración del corsódromo, el evento más importante de la denominada Fiesta de momo, no logró el brillo esperado y el espectáculo pasó casi desapercibido. Imprecisiones e incertidumbres, además de la falta de difusión, no permitieron que este carnaval supere a las ediciones anteriores. Todo esto generó que comparseros incentiven un Foro para todo esto no vuelva a ocurrir. Tras medio siglo de andar deambulando de un lugar a otro, el carnaval correntino logró un sueño largamente esperado y desfiló en corsódromo propio, un evento que por sí solo genera orgullo en el universo de Momo y que lejos de encontrar la fiesta esperada, la frágil organización no logró superar la propuesta de avenida La Paz. Las luces ya se apagaron en el flamante escenario y a modo de balance la mayoría de los comparseros coinciden que la última edición no logró el brillo esperado.
Las vacilaciones, no solo de la organización del carnaval a cargo de la empresa Fénix Enterteiment Group sino también desde la dirigencia de carnaval, el Municipio Capitalino y el gobierno Provincial provocaron que la previa de la denominada Fiesta de Momo no tuviera un buen inicio y por consiguiente el desarrollo y el final tampoco colmaron las expectativas del público. Incertidumbres, improvisaciones, escaza información a la prensa, falta de difusión del espectáculo y poca previsibilidad para los problemas, empujaron a que el evento no lograra que el flamante corsódromo agotara las entradas del “carnaval soñado”.
Por ser una firma nacional, considerada la compañía más importante de espectáculos del país, se esperaba una fiesta imponente, colmada de lujos, figuras importantes, televisación nacional y reconocimientos a aquellos comparseros que hicieron grande esta expresión cultural, pero lejos de eso dio la sensación de que la “Casa propia” les quedó grande. “Esperábamos que esto sea una fiesta, pero fue un carnaval más, pasó desapercibido y lo que pensábamos que Fénix haría la diferencia con empresas locales corroboramos que no están a la altura para organizar nuestro carnaval”, expresaron ayer más de una docena de comparseros que se juntaron para comenzar a tejer lo que será el primer Foro de carnaval de Corrientes. Lo que necesitaba el carnaval correntino era justamente una importante difusión y la esperanza estaba en que una empresa como Fénix pudiera resolver estas cuestiones, por lo menos creando una página web similar a otros carnavales donde se puede recabar información sobre el espectáculo, por ejemplo Gualeguaychú (ver www.carnavaldelpais.net). Pensando en las posibilidades y los numerosos eventos que tiene Fénix a nivel nacional, (solo ejemplo el Olimpia de oro) el carnaval nunca fue promocionado. Tampoco ofrecieron (aunque no hacía falta) figuras de trascendencia como había anunciado para el carro Caras pudiendo destacarse solo la “sueca” Alexandra Larsson o Jesica Cirio, al igual que el show de comparsa donde llegaron artistas como Luciano Pereyra, Agapornis y Karina que no lograron encender al público más que la marcha de Ará Berá o Sapucay.
Tampoco permitieron acompañamiento de la prensa, donde la información fue dada a cuenta gotas y las contradicciones sobre los eventos generaron solo mayor incertidumbre en el público. Para muestra basta recordar el primer show de comparsas que debía realizarse el jueves 24 y que por el mal tiempo fue postergado primero para el domingo 27 pero desprolijamente ese mismo jueves a las 22.30 decidieron realizarlo al día siguiente confundiendo a propios y extraños, al igual que la previsible noche de carnaval del martes 12 en coincidencia con un espectáculo gratito en Costanera Sur, en el desfile más triste de los últimos años.
Nadie pudo escapar de las insoportables demoras en el tránsito para acceder al carnaval a causa del testarudo cobro de estacionamiento. Desde este medio se sugirió que no se cobre o que al menos lo hagan a la salida del corsódromo, evitando el cuello de botella y generando una salida coordinada y menos caótica.
A esto se suma el mal trato del personal de seguridad, la falta de higiene de las primeras noches de desfile, los inconvenientes del sistema de sonido por no aportar un equipo apropiado para este espectáculo (todas las noches hubo problemas de sonido), la completa desinformación hacia los turistas y la desatención en el corsódromo, todos factores que desequilibraron el lujo y el glamour que presentaron las comparsas y agrupaciones musicales en un excelente competencia de carnaval.
Pero esta crítica a modo de balance no pretende otra cosa que encausar una de las expresiones máximas de la cultura correntina, elevar el brillo de la fiesta y de aquí en adelante pensar seriamente qué tipo de carnaval se quiere para el 2014. De seguir esta empresa se deberán replantear seriamente muchas cuestiones que escapan a su “forma” de organizar este espectáculo que nada tiene que ver con un Roger Water o el de Sakira, aquí las estrellas son los comparseros, que arman el carnaval desde la pasión y el sacrificio y que merecen el mismo trato que los demás artistas. Se despidió el carnaval, ahora a pensar en la fiesta que viene.