El poder político municipal es responsable de la mora en la puesta en funcionamiento de varios institutos previstos en la Carta Orgánica Municipal pero a la vez del cumplimiento de un artículo clave para el futuro de los ciudadanos de la metrópoli, a la vez dogmática y a la vez organizacional, dentro de este texto constitucional local.
El sociólogo francés Alain Touraine, puso en debate a hace más de una década el concepto de decadencia de las ciudades como un punto de partida para encarar nuevas acciones frente a nuevas realidades.
Como las grandes metrópolis del mundo, Resistencia tiene ingredientes de las ciudades decadentes que diariamente se advierten aunque no en el contexto correcto para la toma de decisiones que están ordenadas, por ejemplo, en el art. 7 de la Carta Orgánica.
Touraine, expuso para las grandes ciudades una descripción que encuadra a la capital chaqueña. Un centro en donde se congrega el sector más rico y sede de la administración, desplazando ahora con el ingreso de los grandes edificios a los sectores medios hace barrios periféricos y los sectores más vulnerables en las afueras, en las zonas marginales. Paralelamente como satélites, van creciendo otros municipios cuyos vecinos interactúan diariamente con Resistencia. Trabajan en la Capital, sede de la administración del gobierno provincial, pero duermen en el conurbano.
La Carta Orgánica Municipal está contemporizada con estas ideas. En el año 2000, ordenó (Art. 7°), la creación del Área Metropolitana “para lograr una ciudad funcionalmente equilibrada, integrada y articulada con los Municipios vecinos”. Para ello impone la misión a la administración de la ciudad de celebrar convenios intermunicipales y de descentralización con organismos provinciales; regionales, nacionales e internacionales tendientes a:
1. planificar conjuntamente aspectos de interés común, respetando intereses y diversidades de cada uno; 2. definir y aplicar políticas para toda el Área que aseguren su desarrollo, la protección del ambiente, la realización de obras y emprendimientos destinados a satisfacer necesidades de interés común.
En la definición de las prioridades sociales de las metrópolis el transporte es uno de los principales elementos. Existen otros, pero los sistemas administrativos vigentes hacen que la educación, la salud, la seguridad, el trabajo, están en manos de la provincia. Es decir, un ente superior asume la responsabilidad.
Por otra parte, además del transporte existen otros elementos propios de las ciudades que continuarán enmarañados, mientras no comiencen a analizarse en el conjunto y no individualmente a través de los municipios, ej.: el tránsito. Entre estos elementos merece citarse la cuestión del alumbrado público. Desde la Defensoría se ha promovida con escasa repercusión en varios de los organismos y especialmente municipios que deberían involucrarse, la necesidad de reformular el sistema, para que la empresa de energía de la provincia pueda trabajar coordinadamente con las comunas.
Ajena a disputas políticas, la iniciativa de la Defensoría busca que el servicio, originariamente una responsabilidad de las ciudades para con sus vecinos, revierta el enorme déficit que tiene actualmente. No en cuestión de recursos financieros, que lo hay sino básicamente en la infraestructura que se transforma en oscuridad y su aparejo de inseguridad en las calles de los 69 municipios chaqueños durante la noche. Sin trabajo en coordinación como manda la Carta Orgánica, prevalecen intereses particulares, muchos de base económica que contribuyen a la desintegración social. El mandato del art. 7 de la Carta, impone una obligación de hacer a la política, como el factor que debe recuperar la supremacía en el sistema institucional local.
Repensar el gobierno municipal, con alcance metropolitano, es una obligación para las autoridades de la ciudad de Resistencia, pero a la vez altamente recomendable para el resto de las ciudades que integran el conurbano capitalino. Constituye a la vez, un elemento que ya ha sido señalado desde la Defensoría del Pueblo, la falta de puesta en vigencia de institutos creados por la Carta Orgánica, pero no implementados por el poder administrador, como el sistema de audiencias públicas y la Sindicatura General, organismos de participación y de control. Elementos que devuelven el carácter de ciudadanos de los vecinos de la ciudad.
Por el Dr. Gustavo Corregido Defensor del Pueblo de la Provincia del Chaco