Si lo prometido es deuda, nos va a quedar un crédito muy grande en nuestra región, a partir del 2015, para cobrarnos lo que falta para concluir el Gasoducto del Noreste, con fondos del Presupuesto Nacional.
Muchas palabras corrieron desde el anuncio oficial de la obra a fines de 2003, por parte del Presidente Néstor Kirchner en el salón Blanco de la Casa Rosada. También se dijo mucho desde que Cristina Fernández relanzó el proyecto en el año 2011 y se llamó a nueva licitación con obras complementarias.
Pero la realidad de los hechos está a la vista sobre el terreno y en mismos papeles oficiales del presupuesto de obra, que desmienten tanto palabrerío hueco de Julio De Vido. ¿Acaso vale más creerle al Ministro, lo que nos dice ahora, que al propio ex-Presidente de la Nación, hace más de diez años?
Para no engañarnos, basta revisar los papeles y planillas oficiales donde el GNEA tiene un presupuesto asignado de $13.285 millones, pero en 2014 sólo se utilizarán $1.145, para concluir el año 2014 con un avance de obra de sólo el 8,8 %.
En 2015 se sumaría un 38,8 %, en 2016 un 28,6 % y el 24,1 % quedará para más adelante, según los números de ENARSA, la empresa estatal de energía, principal responsable de la obra, cuyo plan de acción maneja el Ministro De Vido.
Por eso no debemos aceptar que este funcionario nos diga - como sostuvo ayer- , que el Gasoducto estará prácticamente concluido por la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, a fines del año que viene.
El próximo 6 de Noviembre se cumplirán 11 años desde que pudimos oír la primera referencia pública al proyecto. Ahora no queremos seguir escuchando promesas. Tenemos que exigir que se cumplan.
Y cada día preguntarnos qué hicimos y qué podemos hacer cada uno de nosotros, en el ámbito nacional y regional, para apurar esta obra recién empezada,- que el próximo 12 de Agosto debe adjudicar tres nuevos tramos-, poniendo todo lo que hay que poner para hacer un seguimiento permanente del proyecto que, tarde o temprano, va a juzgar la historia regional.