La opción previsional: privilegios o inclusión social
La Cámara de Diputados de la Nación sesiona este miércoles, el proyecto de ley sobre Moratoria Jubilatoria, que obtuvo media sanción en el Senado por unanimidad, y que busca convertirse en ley, hoy, en Diputados.
La norma está destinada a autónomos y monotributistas que, habiendo cumplido la edad jubilatoria, tengan que regularizar aportes hasta diciembre del año 2003. El presidente de la Comisión de Previsión y Seguridad Social, Juan Carlos Díaz Roig, explicó que esta moratoria alcanzaría a unos 470.000 adultos mayores, y que a diferencia de la anterior, las cuotas para el pago serían actualizadas por la ley de movilidad. A medida que aumenta el monto de la jubilación, en la misma proporción aumentaría el monto de la cuota.
Durante su exposición como miembro informante, Díaz Roig señaló que “en el 2003 menos del 50% de los adultos mayores (60 años las mujeres y 65 años los hombres) tenía cobertura de la seguridad social, y que con la moratoria del 2005 impulsada por Néstor se cubrió el 93%, y con esta nueva moratoria se cubrirá el 100% de los adultos mayores, lo que sólo han alcanzado no más de dos o tres países en el mundo.” En ese sentido, subrayó: “Todos los sistemas previsionales encuentran en su desarrollo una opción, esta opción no es otra que la de favorecer privilegios, beneficios sectoriales, o bien favorecer la inclusión social. Y esta problemática de la seguridad social, es algo que atraviesa el mundo.”
Asimismo, el legislador formoseño remarcó que “el sistema previsional argentino es el mejor de América Latina, porque tiene la mejor mínima, la mejor media, la mejor fórmula de movilidad y la mayor cobertura de adultos mayores, la que ahora será universal.” Y haciendo una distinción entre el antiguo sistema de capitalización y el actual sistema de reparto agregó: “Cuando creemos en sistemas de capitalización, creemos o entendemos que depositamos un dinero, que alguien nos tiene que guardar ese dinero, y que cuando lleguemos a la contingencia, allí nos tienen que pagar. Los que creemos en el sistema de reparto, en cambio, sostenemos que nosotros hacemos aportes para pagarles a nuestros viejos, en el entendimiento que cuando nosotros seamos viejos, nuestros hijos van a aportar para pagar nuestra jubilación.” Lo cual refleja dos grandes valores: “el de la solidaridad y el de universalidad, que es lo que hoy vamos a sancionar”, sentenció Díaz Roig.
Para concluir, el titular de la Comisión de Previsión y Seguridad Social de la Cámara de Diputados de la Nación, dijo: “Este acto, el acto de hoy, ya no sólo del gobierno, ni de nuestro bloque, sino de todos los diputados, puedo asegurarles es un acto de amor, de toda la comunidad argentina hacia nuestros adultos mayores.”
Discurso Juan Carlos Díaz Roig Sesión Moratoria Jubilatoria Señor Presidente:
Creo que hoy va a ser un día bueno para los argentinos, va a ser un día bueno para esta Cámara. Creo que hoy podemos mostrarle a la comunidad argentina que no sólo estamos unidos detrás de la selección de fútbol, o del reclamo de Malvinas. Porque hoy, en absoluta unanimidad en el Senado, y esperamos que con casi unanimidad en este recinto, vamos a cumplir un acto de reparación histórica con nuestros adultos mayores.
En realidad, todos los sistemas previsionales encuentran en su desarrollo una opción, esta opción no es otra que la de favorecer privilegios o beneficios sectoriales, o favorecer la inclusión social. Y esta problemática de la seguridad social, Señor Presidente, es algo que atraviesa el mundo. En realidad, el mundo actual está dividido en tres partes, un tercio de la humanidad se encuentra en guerra, otro tercio se encuentra con graves problemas socioeconómicos, hambrunas, despidos, disminución de los haberes de los jubilados, y un tercio de la humanidad, de la última década ha impulsado la economía mundial, allí estamos nosotros, los argentinos, allí están los países emergentes.
Es en ese marco también, que se están debatiendo en el mundo dos ideas centrales: si lo que genera la riqueza es el capital, o lo que genera la riqueza es el trabajo, el consumo, el gasto y la producción. Digo esto porque el acto que hoy vamos a sancionar implica el acceso del 100% de los adultos mayores de Argentina al beneficio previsional. En realidad, en este mismo marco de discusión ideológica donde nosotros hemos tomado partido, donde nosotros somos los que creemos que lo que genera la riqueza es el trabajo, el consumo. En realidad también hay otro debate central, que es el debate sobre cuáles son las funciones del Estado. Una doctrina clásica sostenía que las funciones del Estado son cuatro: salud, justicia, educación y seguridad pública. Nosotros formamos parte de aquellos que además creemos que las funciones del Estado son más: en quinto lugar la seguridad social y en sexto lugar la intervención del Estado para garantizar en la economía que no existan monopolios u oligopolios que deformen las prácticas del mercado.
Dicho esto también, se divide en la seguridad social dos ideas: aquella que sostiene que cada uno debe ahorrar para su vejez y aquella que entiende que en realidad es el conjunto de la sociedad la que debe garantizar la contingencia de vejez, invalidez y muerte de sus integrantes. Y no es menor este debate y tiene que ver con un esquema de valores. Recuerdo en la campaña del año pasado que el principal referente de la oposición o, al parecer el principal candidato de algunos sectores, sostenía en un discurso ante la Unión Industrial de que era tiempo de abandonar las ideologías y volver a los valores. La ideología es una categorización de los valores, justamente de acuerdo a qué valores cada uno de nosotros entiende que son los máximos en una sociedad, es que tenemos determinada ideología. De tal suerte que esta discusión entre los sistemas de capitalización y los sistemas de reparto encuentran su justificación en los valores fundamentales que cada uno de nosotros acepta.
Cuando creemos en sistemas de capitalización, creemos o entendemos que depositamos un dinero, que alguien nos tiene que guardar ese dinero, y que cuando lleguemos a la contingencia, allí nos tienen que pagar. Los que creemos en el sistema de reparto en cambio sostenemos que nosotros hacemos aportes para pagarles a nuestros viejos, en el entendimiento que cuando nosotros seamos viejos, nuestros hijos van a aportar para pagar nuestra jubilación. Esto se refleja en dos grandes valores: el de la solidaridad, que bueno es reafirmarlo hoy, porque ayer nomas fue el día mundial de la solidaridad en homenaje a la Madre Teresa; y el de universalidad, que es lo que hoy vamos a sancionar. Es en función de este valor de la universalidad, que hoy vamos a habilitar a todos los adultos mayores para cubrir la contingencia de vejez de nuestro país.
Y esto es muy bueno, porque sólo dos o tres países en el mundo han llegado a este nivel de inclusión social. Porque nosotros creemos que debe ser el conjunto de una comunidad el que financie la vejez de los adultos mayores. Nosotros no creemos en la “mano invisible” del mercado, no creemos en la “teoría de las copas”, nosotros entendemos que no es posible dejar librado al mercado que resuelva las contingencias de vejez, invalidez y muerte. Y es menester también, puesto que al tener unanimidad en el Senado, bastante debatidos los detalles de la ley, que reflexionemos un poco lo que yo llamo la legitimación activa de estos adultos mayores para recibir estos beneficios. Estoy hablando de dos aspectos fundamentales, el primero es que nadie llega a los 60, 65 años sin trabajar, yo no conozco una sola persona que llegue a estas edades sin trabajar. Ha sido el Estado, el sistema previsional argentino, el que no pudo confeccionar un control sobre los aportes y contribuciones de vida. Además porque repitiendo el debate que tuvimos cuando la asignación universal por hijo, donde se daba la situación donde los hijos de los trabajadores en blanco tenían asignación universal pero los hijos de los trabajadores desocupados o en negro no tenían ningún beneficio. Pero hete aquí que el sistema previsional argentino tiene un financiamiento tripartito, y que un 40, 45% se financia a través de impuestos, de allí la legitimación tanto de la asignación universal por hijo como hoy, de estos adultos mayores, porque cada vez que una persona compra algo en nuestro país está cotizando al sistema de seguridad social. Estos adultos mayores han cotizado toda su vida al sistema de seguridad social y por eso el acto que hoy este Congreso va a sancionar no es sino una reparación histórica a todos los adultos mayores, muchos de los cuales han hecho grande esta Patria.
Esto también refleja Señor Presidente, algo que venimos predicando hace años, el sistema previsional argentino es el mejor de América Latina lejos. Hace 15 días tuvimos un gran debate entre cuatro expertos en la Universidad de Chile: un uruguayo, un chileno, un brasileño y quien les habla, y quedó muy claro por qué es el mejor sistema previsional: porque tenemos la mejor mínima, porque tenemos la mejor media, porque tenemos el mejor sistema de movilidad y porque tenemos la mayor cobertura, que hasta hoy llega al 93% y que hoy vamos a cubrir el 100% de nuestros adultos mayores. Esto significa también, una reflexión que hago a los colegas, sobre todo a la oposición, porque además tenemos un Fondo de Garantía y Sustentabilidad sumamente exitoso. Esta reflexión es que no podría andar tan bien el sistema de seguridad social en un país que algunos medios quieren presentar como que está al borde del colapso, como que está al borde de la quiebra. Es muy sólida la economía argentina y su reflejo es que es muy sólido el sistema previsional argentino.
Más allá de esto. A nadie escapa que quizás pasado el tiempo de las elecciones del año que viene, estaría muy bueno que el conjunto de la sociedad argentina, así como hicimos con el código penal, así como hicimos con el código civil nos propusiéramos hacer una reforma integral del sistema de seguridad social y nuevo código de seguridad social con participación de todos los sectores, jubilados, trabajadores, etc. Y tampoco a nadie escapa que nos quedan discutir pormenores para resolver el actual sistema previsional, entre ellos: los que quedaron preso de la renta vitalicia, aquellos que tienen los aportes pero no tienen la edad.
Pero por ello es que yo me permito ante este evento que va a ser un muy buen evento para los argentinos, una clara señal de que cuando nos juntamos detrás de un proyecto común podemos resolver los problemas que más aquejan a nuestra población.
Pero más allá de eso, evidentemente tenemos que reflexionar sobre por ejemplo, algunos que piden mil o dos mil pesos más para cada jubilado, como si esto fuera tan fácil de tolerar, y que generalmente es un reclamo que viene de los sectores que tienen mayor nivel de ingreso, que son aquellos que no quieren a su vez, o que se resisten, a aportar el impuesto a los ingresos altos, que no es el impuesto a las ganancias, es el impuesto a los ingresos altos, y que impuso Perón.
Nosotros somos muy amplios, no somos sectarios y excluyentes y aceptamos el debate de ideas. Es más las veces que nos descalifican que las veces que descalificamos, pero sí estamos preocupados y lo que sí nos molesta es cuando algunos, en nombre del peronismo, vienen a plantearnos por ejemplo, que el peronismo es un liberalismo, y que es un formato liberal porque la democracia es un liberalismo, porque nosotros esto no lo compartimos. Porque para nosotros hay una sola democracia que es la que hace lo que el pueblo quiere y defiende un solo interés que es el del pueblo.
Dicho esto y porque nos preocupa, como nos preocupó aquel falso debate sobre el 82% móvil, aquella ley que se sancionó en este Congreso cuando éramos minoría, algunos lo afirmaron acá, creo que están presentes. Era una ley que le ordenaba a la Anses, en 30 días recalcular el haber inicial de 3.500.000 carpetas, actualizarlas por tres índices distintos según su artículo, 5°, 6° y 7° y además ordenaba vender todos los bienes del Fondo para pagar a los 30 días. Era una ley de cumplimiento imposible. Esto es como si un día sacáramos una ley exigiéndole a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que en 30 días falle todos los casos que tiene en su registro. Es preocupante porque no debemos ser proclives a utilizar cualquier argumento, de cualquier área en pos de los postulados electorales.
Yo estimo, Presidente que otro tema es el que tenemos abordar, y que se trató en las comisiones, que es el pacto federal entre las provincias y la sesión del 15% a la Nación y al sistema de seguridad social. Decía yo en aquella comisión conjunta, que la Nación no es una entelequia, yo creo que hay muchos preocupados por la República, pero la Nación está antes que la República, es la Nación la que se da la forma republicana de gobierno. Y ¿qué es la Nación? La Nación tiene tres componentes: dos materiales y uno espiritual. Los componentes materiales de la Nación son el territorio y el pueblo, y cuando en el sistema de seguridad social se aplican los fondos para pagarles a los jubilados, millones de jubilados argentinos viven en las provincias argentinas, y esta es la legitimación para que sean atendidos con participación de sus propias provincias.
El último tema que también se vincula con la seguridad social y que puede afectarlo, es lo que nosotros estamos pasando en el país a raíz de este tema de los fondos buitres. Lo primero que hay que decir es que es una sentencia inmoral, es una sentencia injusta, es como si algún día un juez extranjero nos obligara a que vendiéramos el obelisco. No es algo de lo que estemos obligados, no estamos obligados a cumplir una sentencia inmoral, una sentencia injusta, una sentencia de un juez de distrito de un país extranjero que si no está comprometido con los propios intereses que dice que defiende, al menos ya advertimos está muy ceca de la senilidad, puesto que ni se acuerda lo que firmó cinco minutos antes.
Pero además de ello, la doctrina de Saavedra Lamas, nosotros no podemos aceptar el cobro compulsivo de las deudas a través de las acciones de las naciones. Y esto va afectar tremendamente si se vuelve a disparar la deuda externa, el equilibrio de todos los sistemas argentinos, entre ellos, el sistema de seguridad social. No podemos admitir la reactivación de la deuda. Miren señores, diez años atrás, doce años atrás, lo que se discutía en este Congreso era cómo íbamos a conseguir créditos para pagarle no sólo los intereses a la deuda sino los haberes a los jubilados. Y hoy estamos discutiendo en este Congreso, cómo invertimos los fondos de Garantía y Sustentabilidad del sistema de seguridad social.
Y yo más allá de la satisfacción, como militante político, que me causa poder participar de algo que por una gran y absoluta mayoría hoy vamos a sancionar, y por unanimidad el Senado ya sancionó, no puedo dejar de contestar, porque es parte de nuestra estrategia central: hay muchos que insisten en que nosotros debemos “enfriar la economía”, y “dar garantía al capital externo.” Dar garantía al capital externo es lo de Griesa, constituir domicilio fuera, todo lo que estamos viviendo, y enfriar la economía significa no seguir con los planes de inclusión social, como el que hoy vamos a sancionar.
Permítanme repetir una frase de Néstor, que la dijo en este recinto, con absoluta responsabilidad, convencido que este es el camino peronista, ortodoxo, el camino keynesiano, como ustedes lo quieran calificar. Nosotros no vamos a enfriar la economía, nosotros vamos a seguir este proyecto de inclusión social, nosotros vamos a seguir en nombre de San Martín, de Belgrano, en nombre de Rosas, en nombre de Perón, en nombre de Irigoyen, en nombre de Alfredo Palacio, provocando la inclusión social. Este acto, el acto de hoy, ya no sólo del gobierno, ni de nuestro bloque, sino de todos los diputados, puedo asegurarles es un acto de amor, de toda la comunidad argentina hacia nuestros adultos mayores.