Es urgente redistribuir los subsidios al transporte - EsChaco.com - Resistencia

Hugo Maldonado

Viernes, 29 de agosto de 2014

Es urgente redistribuir los subsidios al transporte

La decisión de la Unión de Transporte Automotor (UTA) de no adherir al paro nacional refleja los millonarios subsidios que ese gremio y los empresarios del sector han obtenido - y aumentado recientemente en Buenos Aires y el conurbano -, a costa del presupuesto nacional y del impuesto al gas oil, que pagamos los habitantes y los productores de todo el país.

Semejante concentración de recursos en un mismo centro geográfico es una grave distorsión del federalismo, que el gobierno nacional se empeña en degradar a cada paso, desplazando las potestades de las Provincias, aunque al final de esta época ya no puede sorprendernos.

La noticia es que los subsidios que el gobierno reparte entre el gremio y las empresas de colectivos se aumentaron en el mes de agosto por obra de la Resolución 791 del Ministro Florencio Randazzo y por el Decreto de Necesidad y Urgencia 1246, publicado el día 1-8-14, que amplió los gastos del Presupuesto Nacional en $199.045 millones.

De esa suma, el rubro Transporte tiene un refuerzo de $11.059 millones que se distribuyen en $1.141 millones de transferencias a Aerolíneas Argentinas para financiar gastos corrientes y $263 para gastos de capital. Para subsidios al transporte automotor figuran $7.629 millones, con lo que la partida para este año llega a $25.430 millones.

Para darnos una idea los subsidios al transporte que acaban de ser aumentados equivalen a la mitad de presupuesto total del Ministerio de Desarrollo Social y representan un 56 % más que el presupuesto del Ministerio de Salud.

No me canso de denunciar que los subsidios que se otorgan desde la Nación a las empresas de transporte de pasajeros en el Área Metropolitana de Buenos Aires, ponen al desnudo las profundas asimetrías con la situación de los mismos servicios en el interior del país.

Es que los colectivos del Área Metropolitana de Buenos Aires son uno de los mejores negocios del país. Sus dueños los compran con créditos blandos, embolsan grandes subsidios de la Nación para pagar sueldos y comprar el gasoil y además se llevan todo lo recaudado. El negocio comienza sin poner prácticamente un peso: el valor del coche lo presta el Banco Nación a un plazo de sesenta (60) meses y a una tasa de interés negativa del 9 % anual. El año pasado el Estado nacional les aportaba a los concesionarios $ 60.000 mensuales por unidad para sueldos y cargas sociales del personal, además de un vale de $15.000 para comprar gasoil a un tercio de su valor.

Todo lo recaudado por boletos se lo lleva el empresario de transporte que, claro está, tiene que ser amigo del poder, porque además los servicios de pasajeros están circulando desde hace varios años sin contrato y con permisos precarios, según se informa en la Actuación N° 300/10 de la Auditoria General de la Nación, en lugar de adjudicar los servicios mediante concurso público de propuestas.

Es así como la Secretaría de Transporte de la Nación, está ejerciendo un poder regulador injusto y discrecional, que posterga al interior y concentra recursos en el conurbano bonaerense. Por ello debemos movilizarnos para obtener otro reparto de la enorme masa de subsidios que se reparten a las empresas de transporte de pasajeros.

Se trata de un reclamo que nos compete a todos los que ejercemos responsabilidades políticas en representación del pueblo. Porque la crítica situación de nuestro transporte urbano no podrá resolverse sin un esfuerzo sostenido y mancomunado de todos los sectores involucrados hasta que la Nación fije nuevas prioridades del gasto público, redistribuyendo las compensaciones tarifarias, subsidios y demás recursos para infraestructura vial que demandan las Provincias y Municipios del interior del país.

Por último quiero destacar que se encuentra a estudio de comisiones en la Cámara de Diputados de la Nación el tratamiento de mi proyecto de ley sobre "Redistribución Federal de Compensaciones Tarifarias a Empresas de Transporte de Pasajeros", por el que se plantea equilibrar la asignación de subsidios al transporte en todo el país, con un criterio auténticamente federal.

Por cierto, hará falta también una nueva mayoría en el Congreso de la Nación para terminar con tanta inequidad y darnos a la tarea de reconstruir los servicios públicos esenciales en un país más justo y solidario.