Un 20 de Setiembre de 1984 fue entregado el informe elaborado por la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP), que fue entregado al Poder Ejecutivo Nacional, treinta años después, este informe revela una vigencia notable. Es de consulta obligada en los juicios por crímenes de lesa humanidad, para la búsqueda de restos de desaparecidos, de los menores apropiados por las fuerzas represivas y para decidir los ascensos en las Fuerzas Armadas.
Por ello el diputado Rubén Omar Guillón presentó un proyecto de ley que instituye el día 20 de Setiembre de cada año como "Día Provincial del Nunca Más", en homenaje y conmemoración al Informe "Nunca Más".
Los fundamentos:
Más allá de las banderías políticas y partidarias, los valores de la democracia están más allá de cualquier posicionamiento e ideología”. La fecha de aniversario de la presentación del informe de la CONADEP, el 20 de setiembre, es un emblema que nos enseña que la historia, desde su capacidad cíclica, debe crear los anticuerpos para evitar que la dictadura y la tiranía sepulten las leyes fundamentales y violen los derechos de los argentinos. El horror de la dictadura militar tiene que ser recordado para no volver a caer en la oscuridad de la muerte.
Nuestra tierra, cuna de la Independencia de la patria, tiene que ser el sepulcro eterno de la tiranía, para que sea la luz que brille e ilumine el camino de construcción de un presente y un futuro cimentado en los valores de la democracia y la vida.
Los que tenemos el compromiso para legislar para todos los chaqueños, tenemos la obligación de avanzar sobre la memoria colectiva y garantizar que ese nunca más se multiplicará, sin importar los hombres y mujeres y el tiempo que les toque vivir, como una piedra fundamental que nos recordará por siempre el valor de la hermandad y del respeto por los derechos humanos.
En la noche del 20 de septiembre de 1984, la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP) entregó, en la Casa Rosada, el informe de su investigación. En Plaza de Mayo 70.000 personas participaban del acto. Vista desde hoy, esa Argentina parece otro país. Los autores de los crímenes de la dictadura más sangrienta de su historia para ese entonces, integraban aún las Fuerzas Armadas, y medio siglo de intervencionismo militar en la vida política hacían temer por la democracia. El mundo y la región también eran otros. En los Estados Unidos, los neoconservadores agudizaban la apuesta, en el marco de la Guerra Fría, de derrotar al comunismo, guerras civiles desangraban Centroamérica, y dictaduras de seguridad nacional gobernaban Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay.
"Después de la verdad, ahora la justicia" era la consigna del acto. Un día antes, el jefe del Estado Mayor del Ejército había desmentido la existencia de inquietud en los cuarteles aunque había reconocido que, "como toda la ciudadanía", estaban expectantes por el informe, y había reivindicado la "lucha antisubversiva". Mientras, los servicios de inteligencia, cuyos agentes habían actuado durante la dictadura, alertaban al Presidente sobre posibles disturbios.
Tras el acto, desconfiados del gobierno, los familiares de desaparecidos dejaron la plaza y, junto a las Madres de Plaza de Mayo que no participaron de la entrega del informe, marcharon al Palacio de Tribunales para reclamar que la justicia civil actuase en las causas por violaciones a los derechos humanos. Nadie imaginaba, entonces, que el Nunca Más se convertiría en la pieza acusatoria clave en el juicio a las Juntas militares y en la memoria canónica sobre las desapariciones en la Argentina.
Treinta años después, este informe revela una vigencia notable. Es de consulta obligada en los juicios por crímenes de lesa humanidad, para la búsqueda de restos de desaparecidos, de los menores apropiados por las fuerzas represivas y para decidir los ascensos en las Fuerzas Armadas. También juega un papel clave en la transmisión de la memoria. Hasta 2013 se vendieron 610.000 ejemplares, se reeditó una y otra vez, y testimonios incluidos en sus páginas guían a los visitantes en los sitios de memoria e integran los manuales de historia en la escuela media. En el plano político, la interpretación de su prólogo sobre el pasado de violencia ocupa un lugar central en los debates sobre los años setenta.
Pero, además, su valoración trascendió las fronteras argentinas. El Nunca Más se convirtió en un antecedente insoslayable para las decenas de "comisiones de la verdad" creadas a escala global, en contextos de transición de la dictadura a la democracia y de la guerra a la paz, para exponer las violaciones masivas de los derechos humanos negadas o relativizadas por sus autores.