Carta a Cristina Fernández de Kirchner - EsChaco.com - Resistencia

Miguel Benito Conde Olgado

Martes, 2 de diciembre de 2014

Carta a Cristina Fernández de Kirchner

RESISTENCIA, Lunes 29 julio 2014 Sra. Presidente De la República Argentina Dra. Cristina Fernández de Kirchner/

Me dirijo a ud. por este medio, en mi condición de ex trabajador y empleado de Servicios Energéticos del Chaco Empresa del Estado Provincial (SECHEEP), que fuera despedido por persecución politico/gremial el 14 de abril de 1999, época del gobernador radical Ángel Rozas.

La fe es la convicción de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve. La fe mueve montañas.

Durante la campaña electoral del año 2007, en la Provincia del Chaco, todo parecía indicar que sería imposible derrotar al candidato de la alianza gobernante Dr. Ángel Rozas, no obstante ello nos movilizamos para producir un cambio en la Provincia del Chaco en beneficio de todos sus habitantes.

El milagro se produjo y Jorge Milton Capitanich a pesar de que no contaba con el consenso suficiente de la ciudadanía, se impuso. Llegó al poder por medio de la oración y el trabajo de hormiga de organizaciones y luchadores sociales Como la de este trabajador: Miguel Benito Conde Olgado, que fue despedido de su trabajo, el 14/04/1999, sin motivo justo.

Las autoridades de la empresa encabezado por el Director Carlos E. Camargo, inició una feroz persecución en contra de trabajadores que no respondían a su signo político o eran un escollo para lograr someter la empresa para beneficio de su amigo el gobernador y el suyo propio.

El caso es que durante la dictadura militar se fue formando un modo de gestión autoritario en la empresa, que perduró a través del tiempo, al igual que sus directivos, quienes ante cualquier peligro que pudiera implicar una pérdida de sus privilegios lo perseguían, los discriminaban y por último si era necesario lo despedían, tal como me ocurrió a mi. Como todo sabemos una democracia puede ir perfeccionándose en beneficio del pueblo; una dictadura nunca. Este hombre dirigió su persecución especialmente contra mi persona en mi condición de referente y delgado gremial del Sindicato de Luz y Fuerza que hacía notar sus rasgos dictatoriales y el manejo poco claro de la empresa. Sus actos lo llevaron a someterme a tratos arbitrarios, culposos y discriminatorios, violentando mis derechos humanos. Esta persecución se trasuntó en su más alta expresión que fue el despido sin justa causa, ilegal e inconstitucional. Al ser despedido contaba con fueros gremiales.

Ante esta situación inicie una serie de recursos en sede administrativa a los efectos de lograr la reincorporación a mi puesto de trabajo, los que fueron obstruidos por la administración radical.En consecuencia, luego de un año del despido y de no encontrar respuestas de las instituciones que existen para tratar estos hechos, decidí instalar una carpa de reclamo con el fin de recuperar mí puesto de trabajo del que injustamente fui despedido. Ello ocurrió al año de espera de respuestas de las instituciones administrativas, judiciales y legislativas.

En ese sentido, orienté mi lucha a lograr el cambio en nuestra querida provincia, y el gobernador actual Jorge Milton Capitanich prometió personal y públicamente que solucionaría mi problema durante la campaña electoral del 2007.

Dedique mi esfuerzo político, gremial, material, intelectual, a través de los medios de comunicación escrito y oral, con centro en la carpa instalada en la vereda de la empresa Secheep sito en Calle Sáenz Peña Nº 170, de Resistencia. Alce mi voz contra los soberbios y viciosos actos de un gobierno con pleno poderes, y fue así como concientizamos a la gente de una necesidad de cambio.

El cambio llego, sin embargo la justicia para mi causa, para mi lucha, NO.
Lo concreto y real es que el estado provincial me abandonó a mi suerte, se ausentó de sus obligaciones al no asumir su rol en defensa de la legalidad. Este desgraciado hecho que afectó en particular a mi familia, con dos hijos menores, actualmente desmembrada, implicó 15 años de lucha pacífica con la instalación de una carpa frente a dicha empresa y no he encontrado respuestas en los organismos pertinentes para dicho despido, injusto arbitrario discriminatorio y persecutorio, según fallo obtenido en la justicia.

Trabajé en SECHEEP cumpliendo funciones como "Supervisor de Toma Estado" protegido por fuero sindical, hasta que fui notificado, mediante Carta Documento, del despido, el día 15 de abril de 1999.
Fui despojado de mi vida injustamente, hecho originado dentro del ámbito laboral. Traté de reconvertirla dándole sentido y continuidad,
transformándola en una lucha constante por la reivindicación de mis derechos y la de mis semejantes, en la comunidad, estos 15 años de permanencia fueron y son una protesta constante contra la violación de derechos gremiales, de la dignidad humana.

En la SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA JUDICIAL del 12 de mayo del 2004, el despido fue declarado nulo por antijurídico. Por lo que correspondía que se retrotraiga toda la situación al momento anterior al despido. No lo hicieron.

En la SENTENCIA DE CÁMARA DE APELACIONES DEL TRABAJO de fecha julio del año 2005, dicta su fallo confirmando la sentencia de primera instancia y hace lugar al reclamo del daño moral. En esta sentencia se establece que los funcionarios de SECHEEP persiguieron, menoscabaron, restringieron y obstruyeron mi actividad sindical, violándose garantías constitucionales, laborales y de derechos humanos.

Los sucesivos gobiernos constitucionales en lugar de buscar una solución justa y conforme a derecho, ya que contaban con elementos jurídicos suficientes que avalaban mi reincorporación, como los fallos de la justicia, y resoluciones de distintos organismos constitucionales que dictaminaron a favor de mi reposición a mi puesto de trabajo, tomaron parte, pretendiendo que asuma los costos de decisiones ilegales asumidas por las autoridades de turno, obstruyendo cualquier solución justa del caso con el fin de evitarles las consecuencias de sus actos. Y continuando la carpa instalada en la vereda de Secheep desde el 12 de julio de 2000, como un símbolo de la incapacidad de la dirigencia política chaqueña de solucionar un problema tan pequeño frente a los grandes de la provincia y del País. Mientras mi salud física y mental se deteriora, al igual que el de mi madre que falleció sin poder ver la solución del problema.

El Gobernador Jorge Milton Capitanich, al igual que antes de las elecciones que lo llevó al gobierno provincial por primera vez en el año 2007, el 26 de diciembre del 2011, manifestó públicamente que antes del 10/01/12, sería reincorporado a mi puesto de trabajo y su palabra no se cumplió, a pesar de que su propia Secretaría de Estado, referente a Derechos Humanos remarcaron en una resolución que "Que la empresa Secheep violó mis derechos humanos, laborales y constitucionales y que la reincorporación inmediata a mi puesto de trabajo es el camino para darle una solución justa y conforme a derecho a este conflicto laboral; que además afirmo no fue provocado por un gobierno justicialista.
Jorge Capitanich se olvidó de quienes lucharon para que se hagan realidad sus sueños de ser gobernador y me dejo abandonado a la suerte y a la burla de quienes me afirmaban que a pesar de su promesa no iba a solucionar mi problema.

Señora Presidente a través de todos estos años he logrado conocerla y tomado conocimiento de su particular opción por los “menos”, “despojados”, “pobres” en el afán de que la justicia y el progreso nos alcance a todos, por lo que me moviliza a enviarle estas líneas, solicitando su clara y real intervención, ante el gobierno de la Provincia del Chaco, para que se dé una solución a mi problema y pueda recuperar mi trabajo, es decir mi vida y pueda reencauzarlo, junto a la de mi familia, que siguen esperando justicia. Sin otro particular y en espera de una respuesta favorable saludo a ud. atentamente.

MIGUEL BENITO CONDE OLGADO
Roque Saenz Peña 170 – Resistencia-Chaco