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Humberto Tumini
Viernes, 5 de diciembre de 2014
Elecciones 2015: De lo que se trata es de vencer a la derecha
Hace unos meses Michelle Bachelet volvió a la presidencia de Chile derrotando a la derecha. Ya en octubre, el que triunfó frente al conservadorismo boliviano fue Evo Morales. Días después le tocó el turno a Dilma Rouseff imponerse al candidato del establishment, Aécio Neves. El domingo pasado el frenteamplista Tabaré Vázquez le sacó 15 puntos de diferencia a Blancos y Colorados juntos. La batalla en todos estos países fue la misma: la derecha intentando retener el gobierno -Chile- o buscando recuperarlo, las fuerzas progresistas enfrentándola y derrotándola.


No son lo mismo, como quieren hacer creer algunas y algunos dirigentes de por aquí, las fuerzas del progreso que las que representan a los sectores con mas dinero y poder. Hay diferencias visibles y notables de proyectos, ideas, metodologías y programas. Basta con ver qué hicieron las reaccionarias, cuando les tocó gobernar por décadas; alcanza con observar las sociedades y países que dejaron bajo la aplicación del neoliberalismo promovido por el Consenso de Washington. Bien distinto de lo que realizaron de principios de siglo para aquí, con sus aciertos y errores, los partidos de centroizquierda en beneficio de las mayorías populares, de los mas débiles. De allí la inevitable y necesaria confrontación que existe y debe existir entre ambas propuestas.
Algo así como “La causa contra el régimen” de la época de Yrigoyen, o el “Patria si, colonia no” que vino luego. Ahora tal vez mas atenuado, acorde a los tiempos que corren, pero sin desvirtuar la esencia que sigue siendo la misma.

En el proceso electoral que se avecina el año próximo, hay tres candidatos que, nacidos de la misma matriz menemista, expresan con sus variantes el proyecto de los sectores de mayor poder: Massa, Macri y Scioli. Que duda cabe. En contraposición a ellos, un conjunto de ocho partidos lanzamos en abril pasado el Frente Amplio UNEN, la única opción progresista clara y de peso en dirección a las presidenciales. Gran expectativa causamos con ello en franjas muy amplias de la población, que aspiran a que la salida del ciclo kirchnerista no sea hacia la derecha.
Quedó claro desde el principio que UNEN contaba con todas las posibilidades de impedir el plan conservador, de hacerse del gobierno con cualquiera de sus tres candidatos. Preocupados, los amigos del poder, pusieron entonces de inmediato a marchar un plan para achicarnos, debilitarnos y dividirnos. La punta de lanza de dicha estrategia fue Elisa Carrió. Dirigente que, cual Caballo de Troya, desde nuestras propias filas comenzó un sistemático trabajo para hacernos daño.

El argumento principal usado por la diputada, como se sabe, fue que había que impedir a como fuera que llegara a la Rosada el supuesto pacto “narco-PJ”. Para lo cual había que materializar una alianza con el PRO de Mauricio Macri. Esto, de haberlo logrado Carrió, hubiera significado, amén de la división de UNEN, la desaparición de la escena electoral de una opción progresista competitiva y potente para las presidenciales. Objetivo buscado por ella. Es decir, trabajó sistemáticamente la dirigente de la Coalición Cívica para allanarle el camino a la estrategia de la derecha local.

Hecha su tarea destructiva e imposibilitada de poder seguir con la misma por el rechazo de la absoluta mayoría del frente, Carrió ya dio -como tantas otras veces- el portazo. Es el momento entonces, desembarazados de ese lastre, de volver a llevar a UNEN y sus candidatos a toda la potencialidad que tienen. Faltan muchos meses aun para los comicios y tenemos todas las posibilidades de lograrlo.
Acciones comunes de todos los partidos del frente, la rápida elaboración de un programa de claro contenido progresista para la Argentina que construiremos si somos gobierno, definiciones respecto de que ninguna alianza nacional habrá con fuerzas que expresen a la derecha vernácula, son los pasos que deberíamos dar rápidamente en esta nueva etapa que se abre para UNEN.

En los marcos de estas decisiones que ya están en marcha, una sana y constructiva competencia en las PASO de dos fórmulas competitivas, para que sea la ciudadanía la que determine finalmente quienes serán nuestros candidatos en la primera vuelta, nos fortalecería mas aun.
Millones de personas nos miran con la expectativa de tener una opción progresista competitiva en el 2015, capaz de darle un rumbo al país mejor que este, no peor. El mismo desafío que teníamos por delante en abril cuando fundamos UNEN. Hicimos fracasar la maniobra de la derecha encabezada por Carrió, ahora vamos con fuerza de nuevo hacia adelante.

HUMBERTO TUMINI
MOVIMIENTO LIBRES DEL SUR - UNEN


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