El servicio de Secheep y los cuestionamientos de los usuarios por un servicio deficiente, ya prácticamente forman parte del paisaje cotidiano en la provincia del Jefe de Gabinete de la Nación.
Curiosamente, el cuestionamiento más puntilloso y más duro que haya tenido la empresa estatal de energía SECHEEP no provino desde la oposición, ni del ex empleado de la empresa Miguel Conde Olgado, quien hace 15 años fuera despedido teniendo fueros gremiales , ni de un ente conformado por usuario s indignados. A principios del 2013, se conoció un memorando interno autocrítico, en el que Jorge Capitanich-todavía en su cargo de gobernador del Chaco- reflejaba crudamente su indignación por un servicio ineficaz y extremadamente oneroso.
En ese entonces, Capitanich criticaba en primera persona que pese a haber avanzado en adquisición de equipamientos, camiones, vehículos, en reducir la externalización de servicios, Secheep mostraba las siguientes falencias:
A)-Tenemos 1200 Megavatios de oferta y podemos usar menos de la mitad por los problemas de media y baja potencia.
B)-No planificamos adecuadamente sistemas de protección en media y baja potencia.
C)-No tenemos cuadrillas organizadas para una intervención rápida a los efectos de reparar daños.
D)-No estamos preparados para emergencias, pese a estar en 5 años de gestión (ahora van por el séptimo).
E)-No tenemos equipos alternativos para desligar la provisión de agua potable (algo que se agravará notoriamente cuando comience a funcionar el segundo gran acueducto del interior).
F)-No cumplimos con el plan, ni el cronograma de inversiones.
G)-No resolvimos el tema de TRASNEA, pese a los 5 años de gestión (van por el séptimo y el tema sigue sin resolución).
H)-Tenemos sistema delivery que podríamos transformar en inversiones de media y baja tensión para optimizar el servicio (Sin embargo, por ahora en la empresa solo se observa un crecimiento incesante de la tercerización de servicios)
I)-No conducimos la empresa.
Para rematar, el por entonces gobernador concluía que “Invertimos 3 mil millones de pesos y tenemos los mismos problemas. Hay incompetencia y descontrol. No avanzamos en hidrocarburos. No tenemos gestión. La única virtud que tuvimos es no contraer deuda con CAMESSA”.
Esa descripción de Capitanich no cambió demasiado en la actualidad. El optimismo mostrado por César Cotichelli- Presidente de SECHEEP- respecto a los cortes de luz en el verano que se viene, difiere bastante con lo apuntado por el Ministro de Infraestructuras del Chaco, Marcos Verbeek, quien brindó un anticipo a los chaqueños sobre lo que se viene: “Vamos a tener un verano complicado, debido al atraso tarifario del suministro eléctrico”.
Conde Olgado no se asombra por esto y resalta que nada es casualidad y que todo es una causalidad. “Todos sabemos que la situación que vive Secheep no solamente es consecuencia del atraso tarifario, sino de la pésima gestión llevada a cabo durante la gestión Capitanich, y de los que vienen llevando el comando energético desde diciembre del 2007: Ricardo Martínez Leone, Carlos Camargo, Omar Judis, Cesar Cotichelli y Marcos Verbeek”.
Describe el “hombre de la carpa” que si desde la empresa no se planifica el progresivo aumento de la demanda; si no prevé el desgaste por el uso intensivo de los materiales u obsolescencia de los mismos; si no se capacita al personal de SECHEEP, y sí se desprende del empleado idóneo (mediante retiros inconstitucionales) y se lo reemplaza por no capacitados sin funciones específicas; si promueven ingresos a puro nepotismo en los niveles jerárquicos más altos, todos caciques; si se gasta en obras no relacionadas con el objeto social, o que no tienen la documentación respaldatoria pertinente; si no se llama a licitación como lo prevé la reglamentación vigente; si se paga altos alquileres sin justificativos, teniendo inmuebles que después terminan regalando por prebendas; si se usan los fondos para campaña política; o se sobrevaluan los costos para disfrazar salidas no documentadas a agujeros negros; o si los órganos de contralor no se inhiben de actuar: “¿Cuál va ser el efecto?”, indaga Conde Olgado, y concluye que “la autocrítica hecha en su momento por Capitanich fue saludable, pero si no se logró o intentó revertir esas deficiencias, eso no sirvió de nada”.