De África a Europa: risas y lágrimas de migrantes desesperados - EsChaco.com - Resistencia

Más de 2.000 kilómentros

Viernes, 26 de diciembre de 2014

De África a Europa: risas y lágrimas de migrantes desesperados

Viajó más de 2.000 kilómetros para plantarse a las puertas de Europa, en Melilla: Abu Diarrisso huye de la pobreza en Costa de Marfil, y consiguió entrar en Europa por la única vía que le parecía posible, la de este enclave norafricano español, una de las dos, junto con Ceuta, posesiones en África de la Unión Europea

Abu Diarrisso, tras dos años de viaje y varios intentos, logró superar la triple valla de seis metros de alto que separa Melilla de Marruecos. Como otros miles de africanos, Diarrisso acampó en los bosques del monte Gurugú, la montaña marroquí que domina la frontera con Melilla.

Tras viajes infinitos y dolores inenarrables, los migrantes deben superar tres vallas de seis metros y eludir a dos fuerzas policiales para hacer su petición de asilo.

“Al principio, éramos 200 personas, pero al final yo fui el único que pasó las cuatro barreras”, dice con orgullo. “Me puse unos guantes con ganchos en las manos para escalar las vallas. Y luego todo el mundo dijo ¡Yalla! ¡Yalla!, que quiere decir: vamos allá. Tenía vértigo, pero veía Melilla enfrente de mí: mi éxito, Europa, mi objetivo”.

Una vez que pasó, aún tuvo que escapar de la policía española para no ser devuelto a Marruecos, unas devoluciones “en caliente”, prohibidas por el derecho internacional y denunciadas por las organizaciones de defensa de los derechos humanos, ya que impiden a los inmigrantes hacer una petición de asilo. “Los guardias civiles iban por mí, me desmayé, vomité y me oriné encima”, relata.

Casi 20 mil inmigrantes han intentado superar la valla fronteriza de Melilla desde principios de año y unos dos mil lo lograron. “Cuando llegan a Melilla tienen una sensación de euforia, de haber conseguido una de las metas que tienen en su proceso migratorio”, pero “con el paso de los días va disminuyendo, va decayendo”, dice Enrique Roldán, portavoz de la Cruz Roja. “Entonces se ven síntomas de estrés postraumático, por la penuria que han atravesado en su viaje”.