El ex luchador por los derechos de los docentes y hoy devenido convenientemente en ministro de Educación del Chaco, Sergio Soto, tiene todo el derecho de opinar sobre cualquier tema, incluso criticar a los medios de prensa que no sean de su agrado.
Pero también está sujeto a recibir incómodas respuestas sobre su pasado y presente, y de una u otra manera, deberá soportar esto con la misma cara que pone al hablar mal de sus antiguos compañeros de lucha gremiales.
Para opinar de algo o alguien hay que mirar primero hacia adentro, buscar no tan profundamente, aquellos objetivos que se tuvieron en tiempos sindicalistas y que cuando le llegó la oportunidad de una mejoría personal, pasarse al lado de la patronal para desdecirse todo lo que antes sostenía.
Soto es así. Y por más que quiera borrar su pasado de lucha gremial docente, al igual que su predecesor, Francisco “Teté” Romero, sus viejos camaradas se encargan de recordarlo, salvo algún sindicato afín a su ideal de no reclamar a fondo derechos adquiridos de los trabajadores.
Hoy, temporalmente, goza los privilegios de un ministerio al que supo combatir con llamados a paros y poniéndose al frente de manifestaciones ejemplares. Atrás quedó su viejo Ford Galaxy y hoy se mueve en un moderno Renault Duster. Quizás ese cambio de forma de vida busca mantener atacando a medios de prensa independientes, criticando la línea editorial y hasta buscando culparlo por el entorpecimiento de su gestión con los gremios docentes.
Sergio Soto está equivocado, mal asesorado o con una conveniente amnesia que muchos se atreven a recordarlo y que seguramente cuando vuelva al llano, a su viejo Galaxy blanco, pretenderá ser lo que dejó hace no mucho tiempo.
Ese pasado que quiere que nadie recuerde está, inexorablemente, presente en las paritarias docentes, y esa cruz deberá soportar hasta que deje su puesto, más allá que si se llega a algún acuerdo con sus ex compañeros sindicalistas. Pero sabiendo que puede ser de River y Boca en un abrir y cerrar de ojos, Soto no es fiable de ninguna manera.