Cae la lluvia persistente en Cotelai y en gran parte de nuestro Chaco y mientras este histórico 19 de marzo se pierde en el horizonte de la eternidad, escribo estos renglones que tal vez ayuden a un miniretirito espiritual de 10 minutos recordando (pasando por el corazón) fugazmente los textos que nos acompañaron en la cuaresma para así entrar mejor dispuestos a una nueva semana santa.
Se acuerdan del miércoles de cenizas Leímos el evangelio de Mateo (Mt 6,1-6. 16-18) y escuchamos que Jesús mencionaba el ayuno, la limosna y la oración: creo que bien entendidos y practicados nos ayudan a descentrarnos de nosotros mismos o sea nos encauzan hacia una vida más humana y humanizante donde lo secreto que menciona Jesús es un llamado cautivante a la interioridad que puede hacer más efectiva nuestra vida.
El primer domingo de cuaresma ponía delante de nosotros las 'tentaciones', (Lc4,1-13) que ni son tres ni es una sola pero siempre requieren un espíritu abierto y corazón dispuesto a recibir la Palabra de Dios como alimento y la certeza de que 'no solo de panes vivimos' los seres humanos.
En el segundo domingo cuaresmal se nos invitaba a contemplar la Belleza que salva, un rostro único y radiante (Lc 9,28-36) como el de Jesús y su transfiguración ante la cual nos damos cuenta de que solo El es quien cuenta y por eso ante todo y más que nada a Jesús tenemos que escuchar. Esto haría posible un cambio de manera de pensar tantas realidades en pos de una vida más humana para todos y para el planeta.
El tercer domingo es una invitación a considerar (Lc 13,1-9) que nuestro Dios es ternura y paciencia, que no quiere la muerte de nadie sino una transformación integral de la existencia con implicancias concretas en el día a día en la calle, el barrio, la oficina, la parroquia, el taller y el mundo ocupando lugar en la vida tratando de dar frutos.
El cuarto domingo nos ofreció la página (Lc 15,11-32) que en sí sola resume toda la Biblia: quienes y como somos los seres humanos, como nos relacionamos, posibilidades y desvíos, idas y vueltas pero sobre todo quien es nuestro Dios y como es nuestro Dios?como el Padre Misericordioso que nos espera y nos quiere 'en casa' para vivir la existencia en comunión y en clave de fiesta.
Y el quinto domingo nos encontró con Papa Nuevo FRANCISCO!!! Él nos dijo que Dios no se cansa nunca de perdonarnos y nunca nos condena' que apostemos a la misericordia (Jn 8,1-11), a ser buenos, que no temamos ser bondadosos y que dejemos de lado el odio, la envidia y la soberbia para construir una humanidad fraterna como miembros de una iglesia pobre para los pobres y en la fiesta de San José asumiendo como Papa nos sugiere cuidar y cuidarnos, cuidar el mundo y cuidarnos unos a otros con ternura, especialmente a los niños y ancianos.
Tal vez les haga llegar algunas reflexiones para semana santa y Pascua?mientras tanto le deseo a cada lector que -aunque estamos empezando el otoño- sienta la brisa refrescante de una Primavera insospechada quizás pero renovadora para la fe de quienes hace tiempo navegamos en la barca de la iglesia y ojalá para muchas barcas más?buena semana santa, de corazón!