“El que trabaja merece su salario”. (1Tim. 5,18).
“Quién va a negar que el trabajo del ser humano es dignificante en sí mismo porque nos ayuda a transformar la realidad. Todos sabemos lo que es el cansancio al final de una jornada de exigencia, y cómo muchas veces deseamos estar un poco de balde. Pero también sabemos que la desocupación es un verdadero flagelo: qué peor que ver pasar el tiempo y sentirse inútil, dejado de costado por todos, sin la posibilidad de llevar el pan a la mesa”.
“Sin embargo, hay otro problema peor, a mi humilde juicio, que el de la desocupación. El del trabajo precario. Porque quien padece la precarización laboral, tan de moda en estos tiempos, vive prácticamente todo el tiempo sentado arriba de las brasas, sin tener ninguna seguridad. Antes nuestros abuelos conseguían colocarse en un puesto público o privado y lo más fácil era verlos jubilarse de lo mismo, con altísima experiencia y con la posibilidad, sobre el final de la vida útil, de ser formador de aprendices. Hoy, sabes que estás sin tener idea si estarás el año que viene”. “Y, como otro eslabón de la cadena, en el casi 100% de los casos, ese trabajo, además de inseguro, es frecuentemente mal remunerado. En las recorridas que hacemos con José Mongeló, sea juntos o por separado, cuando nos metemos en los lugares públicos, está esta realidad al alcance de la mano”. “¿Cuánto cobras si no te molesta que sepamos?; -yo soy vector, cobro 1200”, decía el otro día un muchacho que limpiaba el piso de un hospital; -“¿Y usted doctora?- -en mano 8000”, afirmaba una médica de otro hospital en el Impenetrable que dejó familia, pueblo, todo, por servir en uno de los lugares más alejados del Chaco. “De una parece mucho dinero, pero si sacas la cuenta es una miseria. “Becarios, beneficiarios de planes, los vectores ya mencionados, empleados públicos sin pase a planta constituyen un universo con el que convivimos todos los días. Y qué paradoja: por necesidad o vaya uno a saber por qué el mismo gobierno que propone salir del trabajo en negro en comparación es el peor negrero de todos. Y si es cierto que durante estos ocho años se ha hecho mucho por salir de la precarización laboral, también es cierto que falta muchísimo aún por hacer”. “El Peronismo, hijo en su doctrina de la Doctrina Social de la Iglesia, tiene al trabajador como emblema, y las conquistas de los años ’40 son la mejor muestra. Pero qué lejos estamos todavía en la práctica de los Principios volcados en el Artículo 14 bis de la Constitución”. “La generación de oportunidades laborales que nos proponemos desde Crecimiento 2015, pasan por la premisa de brindar sobre todo a los jóvenes opciones de salida laboral en primer lugar para que no tengan que emigrar como parias a otros rumbos. El Fondo de Sostenimiento Educativo que planteamos permitirá a los chicos de secundaria el dinero suficiente para alentarlos a no abandonar la escuela. Pero también orientar a la escuela hacia la generación de capacitaciones de todo tipo; de esta forma, las escuelas y talleres de artes y oficios, las 24 Escuelas Agropecuarias que nos proponemos crear de llegar al gobierno, y las extensiones universitarias de la UNCAUS que queremos llevar a los pueblos y ciudades de todo el interior chaqueño van en esa línea”. “Lo decimos categóricamente: no queremos que ningún chaqueño esté debajo de la línea de pobreza en su salario, ni gane menos que lo que marca el salario mínimo vital y móvil, hoy ubicado en 4800 pesos. Porque hoy, hay incluso salarios y becas estatales que se ubican debajo de la línea de indigencia y eso es sencillamente una bofetada a la gente más necesitada, además de una violación de la ley”. “Algún descreído pensara que esto es mera promesa de campaña. Crecimiento 2015 no promete, piensa y hará si lo deja el voto popular. Y si ocurre esto la generación de los fondos a destinar para estas metas de acción es muy simple: menos publicidad estatal, menos de los escandalosos gastos de los organismos públicos que a veces llegan a la sospecha, menos corrupción (recordamos que el mismísimo gobernador denunció una pérdida anual de $500 millones hace unos años por este tema) y racionalidad en el gasto. O sea, administrar la casa con la preocupación de un buen padre de familia”. “A todos los chaqueños les ofrecemos este programa de acción para elevar el salario de docentes, médicos, policías, servidores públicos, de planta o becarios todos por igual. Y les pedimos que nos den a nosotros una sola oportunidad: la de poder llevar esto a la práctica. Estamos capacitados para hacerlo”.
Por Jorge Lestani, precandidato a Vicegobernador por Crecimiento 2015”