Pirayuí: se renuevan los ocupas y prolifera la venta de terrenos
Sin guardia policial y ante la indiferencia del Estado por la situación habitacional, en las inmediaciones del puente negro y blanco, nuevas familias toman tierras en la zona.
El asentamiento Pirayuí en vigencia hace más de ocho meses en la capital correntina, se torna como una especie de zona liberada para la usurpación. En una recorrida que hizo época por suelo ocupa, los testimonios dieron cuenta de la renovación de familias que ahora están asentadas, tras el abandono de aquellos que empezaron la toma en julio de 2012. Javier Romero, uno de los referentes del asentamiento, comentó a este diario que en los últimos días fueron llegando personas que ahora están trabajando para poner en condiciones el terreno. “Va aumentando el número de familias, ya son más de 100”, precisó. Días atrás este diario había dado a conocer la situación de un jubilado que compró una porción de tierra para edificar su vivienda cerca del puente negro. Ayer, Gladys Valenzuela, contó que es cartonera tiene ocho hijos, y está allí hace tres días trabajando para edificar su rancho. Su sobrina junto a su pareja también llegaron hace poco y cortaban la maleza para allanar la tierra. Gladys contó que en la zona “están vendiendo” porciones de terrenos, por de la falta de control de las autoridades. En medio de ese panorama, en la zona rige una medida cautelar de No Innovar dictada por la Justicia, y si bien antes había guardia policial, hace varios meses no hay presencia de las fuerzas. Son en total 43 hectáreas en principio ocupada por unas mil familias pero hoy no superan las 150. Existe, además, una negociación en la que intervienen dos inmobiliarias afectadas, la Comisión de Tierras de Nación, y el Municipio.