Un hombre logró que en Francia los supermercados no tiren los alimentos
Arash Derambarsh tiene 35 años y logró en pocos meses algo que pocos creían posible: que el Parlamento en su país, Francia, aprobara una ley que obliga a los supermercados a donar alimentos a organizaciones de caridad
"Me han insultado, atacado y acusado de ser ingenuo e idealista. Pero me hice concejal porque quería ayudar a la gente", dice Derambash, quien ha logrado dar un gran paso en materia lo que respecta a ayudar a los que más lo necesitan.
Derambarsh es concejal del municipio de Courbevoie, un suburbio al noroeste de París y allí inició su campaña contra el desperdicio de alimentos, lanzando una petición en internet que recogió rápidamente más de 200.000 firmas.
Según informa la BBC británica, el concejal del partido de derecha Divers Droite describió como "escándaloso y absurdo" que los supermercados tiren comida a la basura mientras los pobres y desempleados pasan hambre.
La nueva regulación aprobada por el parlamento francés prohíbe a los supermercados deshacerse de alimentos con fechas de vencimiento inminentes. Ahora deberán donarlos para dar la posibilidad de que estos puedan ser utilizados.
También hace ilegal la práctica usada por algunas cadenas de estropear deliberadamente con los alimentos que tiran para impedir que sean extraídos de los contenedores de basura.
Los supermercados tienen ahora un período por ley para identificar a qué organización de caridad donarán sus alimentos con fechas no vencidas y aún comestibles.
Derambarsh quiere que otros países adopten prohibiciones similares y aseguró que llevará su campaña este año a las Naciones Unidas y otros foros internacionales.
Arash Derambarsh"Algunos pensarán que es algo ingenuo preocuparse por otros seres humanos, pero yo sé lo que es pasar hambre", dijo Derambarsh a la prensa inglesa. "Cuando era estudiante de leyes debía subsistir con 400 euros al mes después de pagar la renta", señaló el concejal.
"Sólo podía permitirme una comida decente al día. Es difícil estudiar o trabajar cuando uno tiene hambre y no sabe de dónde vendrá su próximo alimento", dejó saber.
Derambarsh comenzó su campaña el año pasado, recogiendo tres veces por semana en su tienda local alimentos a punto de ser tirados y repartiéndolos a cientos de personas en Courbevoie.
"Cada día ayudábamos a cerca de 100 personas. La mitad eran madres solteras con sus niños, jubilados o trabajadores con salarios muy bajos. La otra mitad eran personas que vivían en refugios o en la calle", precisó.
En Francia unos siete millones de toneladas de comida son tirados a la basura cada año, 67% por los propios consumidores y el resto por restaurantes, tiendas y supermercados, según un estudio de 2014 comisionado por la Cámara de los Lores del Parlamento británico.
El informe estima que unos 89 millones de toneladas de alimentos son botados innecesariamente cada año en los países de la Unión Europea en su conjunto, el equivalente a 179 kilos per capita.