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Omar Quirelli
Viernes, 11 de septiembre de 2015
Desafíos para el próximo Gobernador: Generación de empleo
El debate realizado por los candidatos a la gobernación el pasado miércoles, fue único en el país, lo cual merece un gran reconocimiento toda vez que eleva la calidad institucional de nuestra provincia. En relación a esto, quiero referirme al tema empleo y promoción social, abordado en el mismo.


No caben dudas que el gran desafío para el próximo Gobierno es continuar con la generación de empleo formal, que implica dignificar al ciudadano, asegurar educación para sus hijos, contar con obra social, seguridad previsional y acceso al crédito. Dada la importancia estratégica que tiene la generación de empleo para el futuro a largo plazo de nuestra provincia, es fundamental que más allá de las intenciones manifestadas, se analice la viabilidad concreta de lograr los objetivos.

Al respecto, se nota un fuerte contraste en las propuestas de los candidatos. Mientras que el candidato del Frente Chaco Merece Más Domingo Peppo propone profundizar el conjunto de acciones tomadas por la gestión del actual gobierno, de manera de consolidar lo logrado en los últimos 8 años, la promesa de la candidata del Frente Vamos Chaco es crear 20 mil puestos de trabajo por año, sin especificar los sectores estratégicos, ni las medidas de políticas públicas concretas, lo que demuestra una falta de conocimiento del funcionamiento de la macroeconomía y no tiene en consideración aspectos esenciales del sistema económico provincial.

El gobierno de la provincia ha logrado generar 70.000 puestos de empleo formal privado, según las fuentes de SIPA (Sistema integrado previsional Argentino), y esto se logró a partir de tener un crecimiento sostenido del PBG (Producto Bruto Geográfico, indicador clave que refleja el nivel de actividad económica de una provincia). Según los datos oficiales, la provincia acumuló en los 7 años de gestión (2008-2014) un crecimiento del 61,20%, lo que arroja un crecimiento anual promedio de más del 7%. Esto pudo efectuarse por la enorme inversión pública realizada en obras de infraestructura, políticas de promoción industrial con casi 200 nuevas empresas promovidas, incentivos al empleo, convenio de corresponsabilidad gremial, promoción de call center que impulsó el dinamismo del sector privado y generó un crecimiento record en comparación a los últimos 50 años.

En economía, el crecimiento económico es condición necesaria para que crezca el empleo, y según la estructura productiva de cada provincia y dependiendo de cuáles son los sectores más dinámicos, hará falta mayor crecimiento para lograr una meta fijada de crecimiento de puestos de trabajo. Es útil recurrir al análisis de la “elasticidad empleo/producto” que mide cuanto crece el empleo por cada punto de crecimiento del producto.

Los últimos estudios disponibles en la región determinan una elasticidad empleo-producto promedio del 0,6. Dicho esto cabe un sencillo análisis: Para que la propuesta de generación de empleo de Aída Ayala se pueda cumplir con su compromiso de 20 mil puestos por año (10% de la población actual ocupada), el PBG necesitará crecer a 16,6% anual. Evidentemente esto no es más que una expresión de deseo, considerando que la tasa promedio de crecimiento de la economía

mundial no supera el 3% y que los modelos más exitosos de países con elevadísimas tasas de crecimiento, como fue el caso de China en la década pasada, promediaba el 10% anual.

Otro aspecto clave a tener en cuenta cuando se habla del tema de Empleo y Promoción Social, es el estado de la fuerza laboral de la provincia. Para ello es importante analizar detalladamente los datos arrojados por la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que solo mide el mercado laboral en los grandes conglomerados urbanos (Gran Resistencia) y la Encuesta Provincial Trimestral a Hogares (EPTHo).
De ellos se desprende que el mayor problema de nuestra provincia es la baja tasa de actividad (29,7% contra más de 40% en el país), que mide la Población Económicamente Activa sobre la Población Total, y en definitiva es la fuerza laboral disponible para la producción.

Según estos datos y tomando de referencia las Claves Únicas de Identificación Tributaria, actualmente la provincia cuenta con 66 mil empleados públicos provinciales, 12 mil empleados nacionales, 12 mil municipales y 109 mil empleados privados formales, lo que hace a un total aproximado de 200.000 trabajadores activos.

Claramente, como objetivo conjunto e indispensable a la creación de empleo formal, hay que trabajar en la formación y capacitación de la población inactiva, que son personas que no tienen trabajo ni lo buscan. La población inactiva puede subdividirse en inactivos marginales e inactivos típicos según estén dispuestos o no a trabajar.

En este sentido las políticas nacionales y provinciales, entre ellas, el plan Progresar, las becas de promoción de la terminalidad educativa y la creación de la Agencia de Empleo con sus programas de capacitación, apuntan a tener una mayor y mejor oferta laboral (PEA).

Desde esta óptica, también se puede concluir que la promesa de creación de 20.000 puestos de trabajo no surge de un análisis serio y real de las posibilidades de lograrlo, ya que si no se trabaja en la capacitación y refortalecimiento de la población inactiva, no habrá personas para ocupar los empleos que se promete crear.


Omar Quirelli
Licenciado en Economía


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