Señor Director: De nuevo el Chaco es noticia, y no justamente por cosas buenas, los diputados provinciales elegidos para defender nuestros derechos son simples levanta manos, algo que nosotros ya sabíamos como habitantes de nuestra hermosa y mal manejada provincia, con contadas excepciones claro está.
Ni hablar de los destrozos afuera de la legislatura y la posible desgracia que pudo haber causado el personal de seguridad de la Cámara disparando armas de fuego, gente que hoy en día está en la calle. Una infamia, habiendo tantas evidencias en videos y fotos, que nuestra justicia garantista y de puertas giratorias deje a estos delincuentes en libertad. Ni siquiera desde la presidencia de la Cámara, de quien dependen, ha salido a decir si por lo menos, el día se le descontará. Que los echen y dejen de cobrar el sueldo que pagamos entre todos suena a milagro.
Para colmo, una entrevista radial hilarante demostró que ni sabían quienes se postulaban para Defensor del Pueblo y los dejó en ridículo, ni siquiera programas de la televisión antiquísimos miraron, ¿Qué esperanza podemos tener de que miren nuestros problemas? Falta de idoneidad suena a poco para calificarlos.
No nos merecemos esto señores diputados, si no saben como representarnos ni leer la voluntad popular, den un paso al costado y dejen el sillón libre para quien sepa y se anime a imponerse a los lineamientos partidarios.
Del mismo modo como piden cámara y un micrófono para mentirnos, háganlo ahora para pedir disculpas a la sociedad que les dio con esperanza su voto. Que no quede nuevamente todo en la nada, nadie fue y acá no pasó nada.
El que nos tendría que defender en estas circunstancias, el defensor del pueblo, se limita a defender a quienes lo pusieron ahí donde no tendría estar, ni ahora, ni antes. Capaz si lo elegían a Bruno Díaz o Diego de la Vega teníamos mejor suerte.