El maestro holandés concluye tercera experiencia formativa en Chaco
Bajo la batuta del maestro holandés Frank Adams, se realizará mañana viernes, a las 20:30, el Concierto de Clausura del Tercer Curso de Música de Cámara y Orquesta, en el Aula Magna de la Universidad Nacional del Nordeste, UNNE, avenida Las Heras 747
La entrada es libre y gratuita. El programa recorrerá por la Sinfonía Nº3 “Renana” Op. 97 de Robert Schumannn, Morceau de Concert Op. 94 para Corno y Orquesta de Camille Saint Saens, Meerestille und Gluckliche fahrt. Coro Orquesta de Beethoven. Estas piezas fueron las trabajadas durante las largas jornadas del curso que condujo Adams, en lo que marcó su tercera experiencia en tierras chaqueñas.
“Aquí hay mucha gente agradable y mucho talento” afirmó el músico que retornó a Resistencia convocado por la Secretaría General de Extensión Universitaria, a través del área de música del Centro Cultural Nordeste, que conduce María Rosa Alcaraz.
Adams admite un especial interés por los músicos jóvenes a la hora de producir experiencias colectivas, sin embargo, remarca los problemas que genera la impuntualidad, una característica ya cultural de nuestra sociedad: “Es curioso porque se establecen ensayos, por ejemplo, de 9 a 11 y la gente llega a las 9:15 o 9:30 o hasta las 10, pero a las 11 se termina todo, como si hubiéramos comenzado a tiempo”.
Aunque no pierde su sonrisa, Adams admite que es común en la Argentina la impuntualidad y cierta formalidad que en Europa no es posible: “Muchas veces, los cursantes faltan o llegan tarde, cuando el único lema posible en la dirección de una orquesta es el lema ‘todos juntos siempre’ porque de otra manera es realmente dificultoso”.
En ese marco, destaca que los resultados son diferentes si están todos los integrantes o falta la mitad: “Muchas veces tengo que desarrollar un tema dos veces, porque había muchos ausentes en la primera explicación”.
El maestro holandés llegó por primera vez hace tres años a la Argentina, a partir de la invitación de la directora de música de Corrientes, Andrea Fusco, a quien conoció en un simposio realizado en Bulgaria: “Me pareció una buena idea y, desde entonces, vuelvo todos los años”. Uno de los motores de cada viaje es la capacidad de recepción de los talleristas, a la hora de absorber y asimilar los conocimientos impartidos.
Sin embargo, Adams admite que, si bien hay mucho talento presente, son considerables los desniveles entre los participantes de sus cursos: “No se trata de una cuestión subjetiva, sino concreta por cuestiones de edad, compromiso o simplemente experiencia de vida ya que algunos son músicos casi profesionales y otros alumnos que nunca subieron a un escenario”. Asimismo, el visitante celebra los resultados alcanzados y, para ello, invita a compartir el concierto de esta noche.