Hoy reafirmamos la inclusión plena de nuestros hermanos aborígenes
A un año más de la conmemoración de la Masacre de Napalpí, es necesario remarcar el rol indelegable del Estado en trabajar por la equidad y la verdadera inclusión de los pueblos originarios. A 92 años, de ese sangriento hecho, debemos hacer una revisión histórica y comprometernos a continuar reivindicando a nuestros hermanos aborígenes, que son parte de nuestra identidad.
Napalpí fue una masacre que no se dio en un contexto aislado, fue producto de políticas de exterminio, exclusión y negación a los pueblos originarios, que concluyó en un estado de indigencia y vulnerabilidad, que poco a poco estamos subsanando. En este sentido, me parece importante reafirmar nuestro deber y el compromiso de reparar esta brecha histórica, garantizando mejores oportunidades en el lugar donde viven.
Esta reparación tiene que llegar en distintos aspectos: desde el reconocimiento, la igualdad, y el derecho pleno, como así también el acceso a los ámbitos de discusión y toma de decisiones. Hoy, nuestro sistema democrático y una fuerte política militante permitieron que El Espinillo sea representado por un hermano aborigen y en nuestro gabinete también encontramos representación. Estoy convencido que esto es parte del camino para llevar a la inclusión plena, que además de garantizar derechos esenciales tiene que ver también con otorgar voz y participación ciudadana.
Hoy más que nunca tenemos que bregar por el pedido de justicia ante hechos aberrantes como el de Napalpí y no permitir que vuelvan a ocurrir. Lo más importante es no olvidar, que llegue una verdadera justicia y que continuemos trabajando por cada una de nuestras comunidades.
Desde su rol en la sociedad, hoy como participantes activos, vamos a continuar fortaleciendo acciones que contribuyan a mejorar su calidad de vida, poniendo a los Derechos Humanos como pilar fundamental de la implementación de políticas públicas. Mucho se hizo, pero aún existen desigualdades que nos duelen y que nos motivan a seguir trabajando juntos para reafirmar la inclusión plena de nuestros hermanos aborígenes.