ESCHACO IMÁGENES: 21º Foro por el Fomento del Libro y la Lectura
Miércoles, 17 de agosto de 2016
Mempo: No hay educación posible si no se lee
Con un discurso contundente, el escritor Mempo Giardinelli dejó inaugurado el 21° Foro Internacional por el Fomento del Libro y la Lectura, que se desarrollará hasta el sábado en el Centro de Convenciones, de Resistencia. El presidente de la fundación que lleva su nombre propuso redoblar los esfuerzos para mejorar la calidad de la enseñanza a través de la lectura. Marcó que aún existen serias desigualdades sociales que condicionan la forma en que se aprende. Fue muy crítico con las políticas educativas del gobierno nacional y cuestionó al “aparato mediático argentino” destinado a “embrutecer”.
Ante un auditorio de más de 2500 personas, conformado por docentes, bibliotecarios, estudiantes, escritores, funcionarios y público en general, Giardinelli inicio su discurso agradeciendo al nutrido público que se acercó hasta el Centro de Convenciones y a las instituciones gubernamentales y educativas que ayudaron de uno u otro modo a que este Foro se realice.
“Nos reunimos otra vez, como desde hace 21 años, en circunstancias difíciles de nuestro país, que parece estar siempre en emergencia. Y cuyo presente educativo, que enmarca nuestra labor en el fomento y la pedagogía de la lectura nos obliga ahora a ser mucho más conscientes del accionar retrógrado dominante”, afirmó.
“Si la escuela y la educación son mundos complejos, mucho más en esta Argentina siempre sometidos a vaivenes políticos y económicos”, consideró e hizo hincapié en las profundas diferencias sociales que se ven en los 20 millones de jóvenes que asisten a clases en todos los rincones del país.
Sarmiento y Belgrano
Giardinelli remarcó que es sabido que “en nuestro país, en teoría, la educación es un derecho garantizado”. “Y el Estado tiene la responsabilidad de instruir en lectura y conocimientos para lo cual debe primero formar y capacitar docentes. Ese mandato que magistralmente nos legó Sarmiento, hoy en mi opinión bastante mal comprendido, fue herencia del que casi un siglo antes nos había ya legado Manuel Belgrano, otro incomprendido que fue mucho más que un militar mediocre que se inspiró en crear una bandera”, recordó.
Citó en este sentido Pablo Gentili, de la Universidad del Estado de Río de Janeiro y de FLACSO/Brasil, quien comentó que 200 años después de la fundación de nuestra patria “las marcas de origen que carga la población infantil (pobreza, discriminación étnica y radial, inequidades precariedad en el acceso a los bienes básicos” se sumaron a la “fragmentación de los sistemas educativos nacionales” y eso explica que “a 200 años de nuestra independencia, en América latina no existen sistemas nacionales de educación sino circuitos educativos diferenciados”. O sea, para los más pobres, escuelas pobres sin condiciones para garanziar el derecho a la educación. Y para los ricos, circuitos educativos propicios para un desarrollo personal y profesional poco o nada solidario”, indicó.
“En el Chaco sabemos que esas desigualdades persisten y son los rasgos predominantes de la educación. Se trabaja mucho para aminorar esas brechas pero siempre estamos en desventaja. Por eso, desigualdad y baja calidad educativa son sinónimos. Y me refiero a la desigualdad en el sentido amplio: en el acceso a la escuela, en la disposición edilicia y de materiales, en la asistencia y regularidad, y también en la calidad d la enseñanza debido a la disparidad de conocimientos que tienen nuestros docentes”, sostuvo y remarcó la necesidad de tener “maestros bien capacitados, que hayan aprendido ellos mismos esos saberes. Y ahí está quizás la madre del problema. Porque la baja calidad educativa es en cierto modo, más bien, baja calidad de la enseñanza”.
Retrocesos
Giardinelli fue contundente además para cuestionar la política educativa del gobierno nacional al señalar que es “alarmante retroceso el que estamos viviendo”. “Esto no significa que el año pasado estaba todo bien. Había mucho que corregir, pero había una educación inclusiva. Y ahora vemos con preocupación cómo el ministerio de Educación ha discontinuado o desmantelado el programa de Educación y Prevención de Adicciones, el Programa Comunidad y Convivencia Escolar, el Plan Fines y el Programa de Educación Artistica”, entre otros.
“Párrafo aparte merece el Plan Nacional de Lectura (PNL) que inició el presidente Raúl Alfonsín en 1984 y que después del abandono menemista de los 90 empezó a recuperarse en este siglo. El PNL tuvo continuidad y se desarrolló de manera extraordinaria en los últimos años. Pero hoy es apenas un sello con un par de funcionarios, porque despidieron y descontrataron a casi todos sus trabajadores”, lamentó.
El destacado escritor chaqueño señaló en este marco que la educación “no es solamente un problema pedagógico: es un problema político que está asociado a un problema sociológico”. “Sobre todo hoy, cuando como sociedad estamos en manos de la más perversa y perfecta máquina de embrutecer que es el sistema multimediático argentino. Que es el que convence a padres, madres y docentes de todos los niveles, las 24 horas del día, de que es más fácil vivir en la sociedad del espectáculo que en la del conocimiento”, sostuvo.
Indicó que “no hay educación posible si no se lee”. “La lectura es el único camino hacia el conocimiento. Leemos y somos leídos para descubrir, para saber. Por eso la lectura es pilar fundamental de la educación”, señaló.
Y remarcó que “para educar, primero, hay que leer. Educar no es solamente didáctica y pedagogía, sino también enseñar a leer el relato de la nación, su historia, su poética y su ficción, los episodios formativos de la sociedad que somos, y muchos más, y todo ello dando contención en todo el proceso”, sostuvo.
“Soñamos y trabajamos por un sistema en el que los jóvenes lean los libros fundamentales, clásicos y modernos, para descubrir el goce que producen las andanzas, para apreciar las paradojas del ridículo, para asumir escalas de valores y para aprender a pensar comprendiendo lentamente el valor de la lectura en la vida de cada persona, porque la lectura no es alimento para atragantarse y porque el saber y el conocimiento se asimilan mejor si despacio y de a poco”, finalizó.