Cuando asumí como Delegado Sanitario Federal por el Chaco sabía que me encontraría con una serie de dificultades por resolver, desde encontrarme con una Delegación que permanecía en el anonimato hasta encontrarme con atrasos salariales y convenios caídos, pero jamás imagine con encontrarme ante tantas irregularidades juntas tal como me ocurriera cuando realicé un relevamiento de los recursos humanos en los Programas Nacionales Médicos Comunitarios y Salud Indígena. Irregularidades que quiero contarles porque considero que como chaqueños tienen todo el derecho a saber la verdad.
Todos los datos que citaré a continuación surgieron de un relevamiento que realicé personalmente en 20 localidades y por un periodo de tres meses aproximadamente, proceso que me permitió obtener resultados concretos y contundentes como ser de que el 40% de los agentes que figuran como activos en las nóminas de los Programas no cumplen funciones algunas en el área de Salud.
Para una mejor comprensión, a este 40 % de agentes lo podríamos dividir en 2 subgrupos bien definidos.
-un 1° subgrupo en donde los agentes no trabajan ni cobran, pero sin embargo estos aun continúan figurando como activos en los Programas, por lo que es de suponer que los recursos económicos designados oportunamente continúan vigentes. Aquí en esta modalidad encontramos “Agentes Dobles”: al verdadero le creaban otro falso alterando las cifras del N° de su DNI, e incluso en algunos casos hasta le alteraban su profesión, “Agentes Fallecidos”: hechos acontecidos por enfermedades o por accidentes, “Agentes de Planta”: que fueron pasados a la planta permanente del Ministerio de Salud Pública, y “Agentes que Renunciaron”: porque se dedicaron a otro trabajo mejor remunerado como ser en consultorio o clínicas privadas, fuerzas policiales, docencia etc., o por su propia voluntad.
-un 2° subgrupo en donde los agentes no trabajan pero si cobran, y que son consientes de su situación irregular. Aquí encontramos a agentes que figuran como activos en el programa pero que sin embargo en su gran mayoría trabajan en otros lugares o rubros como ser en consultorios o clínicas privadas, fuerzas policiales, docencia etc, aunque también podemos encontrar a personas que están cobrando directamente en sus domicilios sin realizar tarea alguna.
Hasta aquí describí ese 40% de agentes que no cumplen con sus funciones en el área de Salud pero que sin embargo continúan figurando como activos en los Programas, motivo por el cual los recursos designados oportunamente continúan vigentes, y es por eso que algunos aun continúan cobrando normalmente mientras que el destino de los recursos económicos de los que no cobran es totalmente incierto.
También existe un último grupo (no menos importante) de aproximadamente un 20% que cumplen sus funciones de manera totalmente irregular y discontinua, pero que aun así cobran normalmente.
Aquí encontramos a agentes que faltan de manera reiterada y sin justificar, que firman el ingreso para luego retirarse, que concurren 1 o 2 veces por semana, o que fueron afectados para otras funciones inclusive.
A todas estas falencias tenemos que sumarle que los directivos de los Hospitales y Centros de Salud, al igual que los Coordinadores de los CIC, desconocían las nomina real del personal afectado para su servicio motivo por el cual nunca pudieron realizar los controles correspondientes . Otra irregularidad encontrada fue que el Ministerio de Salud de la Provincia determinaba los traslados de los agentes desde una localidad o institución a otra con un Memorando, instrumento no válido para estos casos ya que los traslados en los Programas Nacionales solo pueden ser otorgados por autoridades nacionales.
Ahora bien, si sumamos toda esta cadena de sucesos hasta aquí descriptos, quizás nos estemos explicando en parte el porqué de nuestra crisis sanitaria actual.
Por todo esto, y ante la gravedad de los hechos, he decidido como Delegado Sanitario Federal elevar un informe detallado de la situación a la Dirección de Acciones Comunitarias del Ministerio de Salud de la Nación, organismo del cual dependen ambos programas. Además en dicho informe sugiero la designación de un Coordinador Nacional Normalizador para cada uno de los programas involucrados, cuyo único objetivo sería el de actuar por un determinado tiempo (de manera conjunta con el designado por la Provincia) hasta poder corregir cada uno de las irregularidades encontradas.
Por último, pido a la Ministra de Salud del Chaco tome las medidas necesarias para corregir de inmediato estas falencias, y sugiero que en las vacantes generadas de estas correcciones se le dé prioridad para su reincorporación al personal despedido de Salud Mental y del Hospital Pediátrico.
De todas maneras, seguiremos siendo los brazos extendidos de nuestro Ministerio de Salud de la Nación hacia la Provincia del Chaco, pero desde ahora en mas también seremos los ojos y los oídos de nuestro organismo nacional.
Dr. GOMEZ JOSE ARIEL Delegado Sanitario Federal por el Chaco