¿Te da culpa descansar? Quiero decirte es que para descansar primero tuvimos que haber hecho algo. Cuando descansamos somos conscientes de que hemos generado algo, por lo que no deberíamos tener culpa por descansar. ¿Cuáles son los motivos por los cuales no nos damos permiso para descansar? Veamos algunos:
1. No valoramos lo que hacemos. Pensamos que lo que hacemos no es gran cosa, y como no es importante, no nos merecemos descansar.
2. No nos sentimos reconocido por el otro. Ese “otro” puede ser real o imaginario; puede ser un padre, un esposo, una madre que la persona siente que no la reconoce, y por eso tiene que hacer y hacer para que en algún momento tal vez la reconozcan.
3. Sentimos que le estamos fallando a alguien. Hay otras personas que creen que si no están en permanente actividad, le están fallando a alguien (que vive o ya fallecido) que era muy exigente o que quería verlas siempre moviéndose, de lo contrario eran tildadas de “vagas”.
Crecer e ir por más nos tiene que generar placer y no una sobrecarga, porque nació de un deseo nuestro. Necesitamos aprender a disfrutar de lo que hacemos, y saber que cuando hacemos algo, tenemos que descansar.
¿Qué hacemos muchas mujeres cuando nos trae culpa descansar?
• Nos quejamos: Decimos: “a mí nadie me ayuda”, “nadie se da cuenta de lo que hago”, “me van a terminar matando”. Queremos incorporar a los otros a algo que nosotras elegimos hacer para no sufrir solas.
• Nos enfermamos: La enfermedad nos pone el límite que no podemos ponernos a nosotras mismas.
Preguntate si las tareas que estás haciendo tienen o no tienen sentido para vos. Si tienen sentido, merecen descanso. Ahora, si lo que hacés no tiene sentido para vos y no lo estás disfrutando, lo que tenés que hacer es orientar la tarea y empezar a ir hacia lo que te gusta y te da placer. No se trata de que dejes de hacerlo, sino de que busques la manera de que te guste. Cambiá de mentalidad, trabajá y luego descansá, disfrutá de la vida, divertite, ¡cuidate!