Martes, 5 de Noviembre de 2024
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Por Romina Soledad Pernochichi
Domingo, 13 de noviembre de 2016
Cuando cumples tu propósito, vuelves al origen
Estas fueron las últimas palabras escritas por Romina Soledad Pernochichi, escritas de puño y letra la noche anterior a su partida, preparándose para el retiro “Nacidas para la Guerra”. Dos meses después de su partida, nos sigue enseñando.


El Origen del propósito es Dios, por lo tanto para llevarlo a cabo necesitamos a Dios. Mientras las personas transitan su vida buscando razones y medios para conocer cuál es su propósito en la vida, hay que dejar en claro algo: No se puede conocer y entender algo de forma “Natural” si viene de una fuente “Sobrenatural”. Todo lo que Dios hace es realizado con un propósito, pero para encontrarlo debe ser buscado de forma “Sobrenatural”.

¿Pero cómo saber si tengo un propósito de parte de Dios?. Si existes, tienes un propósito de Dios, porque Dios nunca creo algo sin motivo. Fuiste seleccionado y guardado desde antes de la fundación del mundo, tienes algo que hacer, y el propósito comienza a cumplirse con una decisión.

Pero no esperes encontrar respuestas en la educación debido a que en el colegio nos preparan para un trabajo, para un desarrollo correcto en la sociedad pero tu propósito puede ser por sobre todo lo esperado. Un famoso predicador dice: “todo lo que aprendí es bueno, pero nada de lo que aprendí produce un milagro”, y esto me lleva a recordar que no busques tu propósito en lo natural.

Cuando hablamos de propósito Dios no mira edad ni nacionalidad ni apariencia, Dios mira el Corazón. Las personas que marcaron la historia son aquellos que vivieron con un propósito sin importar su edad, situación económica, religión ni color. Cuando conoces el motivo por el que estas aquí dejas de ser una persona común.

Si en este momento te estás preguntando: ¿quién soy yo? ¿De dónde realmente soy? ¿Porqué estoy aquí? ¿Y hacia dónde voy?.

Quiero animarte a que busques tu propósito y lo encontrarás en Dios. Sin importar lo que te tocó vivir, ni los argumentos que puedan estorbar, te aseguro que Dios te va a hablar.

Fuiste llamado a dejar una huella, no sé cuánto tiempo tendrás, pero mientras puedas no dejes de buscar, porque tienes un propósito y aún las cosas tristes y difíciles dejan algo bueno que enseñar. Cuando lo encuentres y lo cumplas, por que sé que lo harás, volveremos al origen. Cuando lo haga, los galardones llegarán

Por Romina Soledad Pernochichi







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