Ceocracia, conflicto de intereses y nueva corrupción
Desde la asunción de Mauricio Macri como presidente de la Nación se ha conformado un gabinete integrado por gerentes o Ceos de grandes empresas y han tenido lugar, al mismo tiempo, reiterados hechos de colisión entre el interés público y privado, priorizando el interés particular, lo que no deja de ser preocupante puesto que, más allá del conflicto de intereses, se percibe una reconfiguración de esquemas de corrupción de gestiones anteriores bajo nuevos ropajes legales o pseudo-legales.
Para citar solo algunos recordaremos la venta de la flota de Macair Jet, la aerolínea de la familia Macri, a Avianca, principal competidora de Aerolíneas Argentinas en vuelos de cabotaje o rutas “low cost” (bajo costo), altamente rentables, operación de indisimulable impacto negativo para nuestra aerolínea de bandera.
La presencia de Aranguren como ministro de Energía y Minería de la Nación y accionista de la empresa Shell, a quien debe controlar desde su cargo fue, y sigue siendo, una incompatibilidad alevosa y manifiesta en perjuicio del Estado Nacional
La participación del mismo presidente de la Nación, como accionista y director de empresas off shore en paraísos fiscales develadas en los Panamá Papers, y que no constan en sus declaraciones juradas, le acarreó al primer mandatario denuncias por evasión tributaria y presunto lavado de activos que se tramitan actualmente ante la justicia.
Posteriormente, un decreto presidencial incluyó como beneficiarios del blanqueo de capitales a familiares y parientes de funcionarios a los que ley había excluído expresamente en el texto aprobado por el Congreso a instancias de la Dra. Carrió, actual aliada del presidente. Las sospechas fundadas de verse beneficiado con la medida alcanzaron a Franco Macri, el multimillonario padre del presidente.
Por estos días, tomó estado público el dictamen de una representante del Ministerio Público Fiscal impugnando, por abusivo, contrario al interés patrimonial del Estado y beneficioso para la familia del presidente, un acuerdo del poder ejecutivo nacional con los representantes del Correo Argentino S.A. , entonces propiedad de la familia Macri, por una deuda de la empresa que data de año 2001.
Por lo que se puede apreciar, lejos está la actual gestión de Mauricio Macri de cumplir, en los hechos, con las promesas de mayor honestidad, transparencia y probidad en la gestión pública que establecieran la contracara del modelo de corrupción a gran escala del kirchnerismo, repudiado por la sociedad. Por el contrario, el priorizar los intereses privados, ante todo los intereses familiares, antes que lo público aparece como la preocupante confirmación tan temida de que de un gobierno de millonarios solo se puede esperar que gobiernen para los ricos.
CARLOS MARTÍNEZ DIPUTADO PROVINCIAL BLOQUE LIBRES DEL SUR