Muchos dicen con razón: “Es tiempo de que te levantes y brilles”, pero ¿qué significa exactamente esta afirmación?, ¿de dónde nos tenemos que levantar? Veamos dos situaciones de las que nos tenemos que levantar:
1. Tenemos que levantarnos de nuestro pasado doloroso, y cuando me refiero a pasado no solo hablo de lo que ocurrió hace diez o veinte años, sino a eso que escuchaste o te dijeron ayer o esta mañana y que te hizo daño. Cuando te atás a tu pasado doloroso construís desdicha para tu presente y para tu futuro. Atarte a un pasado doloroso te termina esclavizando, y vos no naciste para ser esclava, sino para vivir en libertad.
Dejá de hablar de todo lo que hiciste mal, de tu parejas equivocadas, de tu negocio fallido; dejá de traer tu pasado a tu presente, porque de lo contrario, tu pasado se va a hacer más grande que tu presente, y eso te va a alejar de la felicidad. Hacé un esfuerzo y levantate de la amargura, del dolor; no mires atrás y concentrate en caminar hacia tus sueños.
2. Tenemos que levantanos de la pasividad. Una persona se levanta de la pasividad cuando deja su comodidad. Hay cosas que hacemos que ya nos salen “de taquito”, y eso está bien, pero es momento de que vayas a lo nuevo, que te levantes de lo cómodo, que salgas de la pasividad y digas “basta”.
Hay gente que no avanza en la vida porque no puede levantarse, porque permanece paralizada, y la parálisis trae confusión y pérdida de la esperanza. Una persona paralizada es alguien que cree que nada va a cambiar, que ya no hay solución, y entonces, se rinde. No pierdas la esperanza y ponete en movimiento, porque cuando accionás, las cosas ocurren.
Cada vez que te atrevés a dar un simple paso para salir de esta esclavitud de tu pasado doloroso, cada vez que resolvés algo, aunque sea pequeño, vas a obtener seguridad y confianza para avanzar hacia el siguiente nivel. Te aliento a que lo hagas. Salí de la pasividad y la desesperanza, y ponete en el lugar de la acción. ¡Vos podés!