Cuando asumimos el gobierno, lo hicimos con el compromiso de lograr calidad educativa en todos los niveles. Sabemos que alcanzarla es un proceso que lleva tiempo, mucho esfuerzo y por sobre todo compromiso de las familias, los docentes, los estudiantes y el Estado, como responsable de ejecutar las políticas públicas que garanticen inclusión y equidad.
Nuestro objetivo es que cada chaqueño tenga las mismas oportunidades para lograr su crecimiento, y en esto la educación es la base fundamental. En un mundo cada vez más competitivo, la formación es necesaria para lograr progreso; y si no tenemos un desarrollo en calidad educativa, no vamos a tener futuro como provincia o nación.
La persona que aprende en un contexto sano es capaz de cuidar su salud y la de quienes lo rodean; le resulta más fácil conseguir empleo, e incluso generar sus propios emprendimientos; se mantiene alejada de la delincuencia y de los consumos problemáticos. La educación comprometida y consciente crea ciudadanos plenos, críticos frente a las arbitrariedades y solidarios con sus pares.
Por ello, considero que la educación es fundamental para el crecimiento personal, es el único capital que tiene una persona para defenderse en su vida.
Aquí es donde debemos preguntarnos cuál es el rol de cada uno, desde el lugar que nos toca estar, para aportar a la construcción de una sociedad formada y preparada para nuevos desafíos. Debemos tener como premisa fundamental el derecho de los niños y niñas a aprender, a estar en la escuela y formarse en el tiempo que deben hacerlo, según su edad que está marcada por los distintos ciclos educativos.
La educación no sólo es responsabilidad de los docentes, que son los que están al frente de las aulas. También tiene que ver con los valores que se inculcan en los hogares; el esfuerzo que pone cada alumno, que debe estar motivado con crecer; el aporte que hace el club, la iglesia, y las organizaciones barriales para contener a los niños y jóvenes; y sobre todo la presencia activa de un Estado que genere condiciones para que estos actores se encuentren y trabajen por el mismo objetivo.
Con ese espíritu convocamos 13 Foros Educativos durante 2016 a lo largo de todo el territorio provincial, donde nos concentramos en dar especial hincapié a temas urgentes de la actualidad: la formación en seguridad vial, concientización sobre consumos problemáticos, educación sexual, familia y cuidado del ambiente. En estos foros, todos aportaron desde su mirada pero con el mismo objetivo de que alcancemos efectivamente la calidad educativa.
Es así que llegamos a este Compromiso Educativo, en el cual llamamos a padres, docentes, alumnos y el propio Estado a ser parte activa en el proceso de educación y acompañar a los alumnos no sólo en el jardín, sino estar presentes en todos los niveles.
Como Estado, tenemos el compromiso de invertir en mantenimiento de la infraestructura escolar. Actualmente tenemos 24 obras en ejecución y la meta para este año es alcanzar 120 obras. Crearemos un fondo de infraestructura de 100 millones de pesos para refacción y mantenimiento de las escuelas. Además, nos ocuparemos de generar espacios de intercambio entre distintos niveles educativos y entre áreas de gobierno para generar políticas integrales de una manera articulada. También proyectamos incorporar nuevas currículas, para ampliar los conocimientos de los alumnos y se formen como ciudadanos activos.
Pero además reafirmaremos el compromiso con los trabajadores, defendiendo y manteniendo el nivel adquisitivo de los docentes. Reforzaremos el acompañamiento a las familias, los clubes y las entidades sociales para que continúen inculcando buenos valores en los más pequeños.
Este es el desafío que emprenderemos. Un camino que tendrá resultados a largo plazo, y marcará las bases sólidas para lograr una sociedad preparada.